Primera crónica del Pleno más vergonzoso de la legislatura, en el que el Gobierno de Pozuelo ha hecho mofa, befa, burla y escarnio con los que pagan su sueldo
Empezaré diciendo que, hoy, durante el Pleno del Ayuntamiento de Pozuelo, este periódico ha vuelto a dar un paso más hacia la dinamización de la política pozuelera, creando un chat en directo para que los lectores pudieran hacer comentarios en directo sobre lo que estaba sucediendo en el Salón de Plenos. Un Pleno ordinario que también transmitíamos en directo. La conclusión, pese a estar en pruebas, ha sido muy gratificante. Repetiremos en nuevos Plenos. Es una manera como otra cualquiera de participar en la política pozuelera. (Si alguien quiere leerlo, el chat está en la web)
Dicho esto, vamos con la crónica del Pleno. De lo sucedido en un Pleno vergonzoso, indigno de esta ciudad. Indigno del PP. Espero que los contribuyentes vayan dándose cuenta de la ínfima categoría política de los miembros del Gobierno de Pozuelo y lo tengan en cuenta a la hora de votar cuando llegue su momento.
En el Pleno de hoy, el Gobierno de Pozuelo ha hecho mofa, befa, burla y escarnio con los que pagan su sueldo y, de verdad, no hay derecho.
No voy a entrar demasiado a analizar las mociones de la Oposición. Estaban condenadas de antemano. Juan Manuel Sánchez lo avisa todos los meses. Y yo lo dije también ayer cuando hice la previa.
Muy bien Pablo G. Perpiñá en defensa de la moción de Somos Pozuelo. Debo reconocerlo. Hizo mucho hincapié en el control de los servicios externalizados, cosa muy importante, y no mencionó lo de la creación del Observatorio. Hizo bien. Fue una moción de control que es lo que debe hacer la oposición.
Muy bien también Miguel Ángel Berzal poniendo por primera vez en el Pleno a Félix Alba contra las cuerdas y obligándole a divagar. Lo tuyo, Félix, es tremendo. Te has pasado el Pleno divagando y hay que ver la cantidad de tonterías que dijiste en esta moción para justificar que no os gusta que televisen las Comisiones porque al Gobierno se le verían sus carencias laborales e intelectuales. Berzal puso ejemplos demoledores sobre cómo actúan los miembros del Gobierno en esas comisiones por lo que volveré sobre el tema ya que me parecen de aurora boreal.
Y muy bien Ángel G. Bascuñana proponiendo unas pequeñas reformas en la Plaza del Padre Vallet para intentar rescatarla del abandono en que la tiene el Gobierno. A Eduardo Oria, que defendía al Gobierno, no se le cayó la cara de vergüenza. Es normal. El vive en Villalba aunque cobre 65.300,30 euros de Pozuelo. Los argumentos que usó para defender la acusación de abandono casi igualan a la de los tapones de la madre de Ulecia. Para Oria, la Plaza del Padre Vallet no está abandonada porque en ellas se hacen muchas cosas en fiestas. Que profundidad de argumento es el suyo… Qué talento… Y el tío lleva toda la vida viviendo del momio de lo público.
Lo que quiero contar o tratar de contar es el desahogo de este Gobierno del PP con los contribuyentes que les pagan su sueldo y les entregan 100 millones de euros para que los administren. Y digo desahogado Gobierno porque mi abogado me ha prohibido decir lo que pienso realmente.
Carlos Ulecia se encargó en su moción de impulso político de darnos una catequesis sobre la Navidad. En el chat del Pleno, una señora preguntó si Ulecia era cura. Solo le faltó a este concejal fatuo decirnos que en Navidad hay que ser buenos y temerosos de Dios. Su discurso olía a incienso que tiraba para atrás. Más que un discurso pareció una homilía.
Estuvo muy ocurrente Unai Sanz cuando preguntó qué haría el Gobierno si perdiese esta moción… Una burla para los que le pagan sus 65.300,30 euros al año.
Después llegó Andrés Calvo Sotelo con voz y ojos de dormido. (Y eso que estábamos en el Pleno, lo que debe ser este concejal en una Comisión. Lo mismo hasta ronca).
Andrés hizo lo mismo que Ulecia pero en laico y tomó por imbéciles a los que le pagan los 65.300,30 euros al año. Como la moción reconociendo la labor de la cronista oficial de Pozuelo no tenía sentido, se dedicó a explicarnos las bondades del libro escrito por Esperanza Morón. Alucinante. Un libro fantasma, dicho sea de paso, que solo ha llegado al 10% de los vecinos ya que lo repartieron clandestinamente y que ahora, parece, van a reeditar en digital. Nada de gastarse un euro en cultura.
Lo de esta moción es paradójico. A Esperanza Morón le niegan el pan y la sal y echan por tierra todas sus iniciativas y ahora quieren reconocerle que ha escrito un libro sobre Pozuelo. Andrés, tío, que la señora Morón se doctoró con una tesis sobre Pozuelo, despierta.
Calvo Sotelo es otro chico del millón de euros… Dentro de dos años y medio llevará 16 años de concejal y los vecinos le Pozuelo le habremos pagado 1 millón de euros. Y solo por apellidarse Calvo Sotelo. Lo tuyo, Andrés, tampoco tiene perdón de Dios. Y por favor no vuelvas a intentar hacernos comulgar con ruedas de molino. (Esto lo debía de haber escrito en referencia a Ulecia).
La última moción-escarnio del Gobierno estuvo defendida por Félix Alba. Esta moción tampoco tenía sentido porque era la moción de la obviedad. Darnos ahora clase sobre la Transición española (sería bueno que Alba nos contase lo de su activa militancia política en la Universidad) y su significado, y la obligatoriedad que tenemos todos de respetar la Constitución era para nota. Eso es de Perogrullo, Félix. Y lo de que la Transición española sea modelo en países dictatoriales es una paja mental y perdona la expresión.
Cómo sería la defensa de Alba que tuvo que hacer el discurso que traía escrito desde casa. No respondió a la Oposición pese a la teoría de Perpiñá, a la coña de Bascuñana y al durísimo discurso de Adolfo Moreno. Nunca vi tanta seriedad en sus exposiciones anteriores. Pero a Alba le dio igual.
Yo no entendía nada. Luego sí. Sin ánimo de ser presuntuoso la moción cogió sentido cuando atacó a este periódico por publicar unas fotos de concejales. Pero esto tendrá su respuesta aparte. Félix hablaba por boca de ganso y, posiblemente, no sea a él a quien debo responder. Aunque sí, que carajo. Contestaré a todos. Alba defendía los derechos constitucionales pero olvidaba el derecho a la libertad de prensa. Ay, Félix, que mal final está teniendo tu plana carrera política…
Y poco más, mañana haré la segunda parte de esta Crónica porque al final del Pleno intervino Paloma Tejero y con esta chica siempre llega el escándalo… Me encanta…
Ah, se me olvidaba… La alcaldesa Quislant está haciendo buena a Adrados… Terminará siendo la otra señora Rotenmeier, la mala-malísima… Tiene menos sentido del debate político que un conejo de ARPO…
El Capitán Possuelo