Te recuerdo Armando (En la muerte del tirano que apretó el gatillo)
Con apenas diez años, y por la puerta de atrás, tuvo que huir de su país. Su padre, también Armando, se anticipó a muchos y vislumbró que aquel barbudo e hijo de gallegos como él viraría la ilusión de todos los cubanos, convirtiendo el “Puti-Club” Useño en una inmensa cárcel soviética. Por eso dieron el salto a Miami, dejando todo atrás para iniciar una nueva vida que para él acabó muy pronto.
Aquella mañana del 24 de Febrero, como tantas otras, ya pensaba a quién podrían avistar desde su CESSNA, en el Estrecho de La Florida que huyendo de la cárcel cubana y evitando los afilados dientes de los devoradores del mar, crueles asesinos de tantos indefensos cubanos tratando de llegar a la tierra prometida, caían para siempre en las aguas traicioneras, para tenderle una mano amiga y hacerlos llegar a la tierra del tío Sam.
Y salieron a volar Carlos, Mario, Pablo y Armando buen día, buen vuelo. Ninguno imaginaba que el viaje era de ida y que el cielo se tornaría gris.
En aguas internacionales, los valientes pilotos cubanos a bordo de sus MIG21 y MIG23 divisaron a las dos CESSNA enemigas de la revolución, cargadas de fe y esperanza para los pobres balseros que huyen de la Isla, frente al arsenal armado de los aviones rusos que piden permiso al mando cubano y tras el ‘ok’ del mismo y con gran orgullo de los tres militares cubanos, ante tamaño riesgo, acabaron con sus vidas. Haciendo gala de su heroicidad hicieron chanzas y retornaron a La Habana para contar la “gran batalla” y recibir felicitaciones y parabienes, felices por lo hecho tras asesinar a dos cubanos – como ellos, aunque Armando ya nacionalizado – y a dos ciudadanos yankees. Es lo que tiene la Revolución, posibilita el asesinato, incluso matando a los tuyos y te declaran héroe.
Armando, no lo sabes, pero hoy ha muerto el tirano, por ley de vida – 90 años – no por los crímenes cometidos, ni por los dineros robados (800 millones de €, para Forbes), ni por las vidas truncadas durante casi 60 años en su cárcel cubana, incluyendo la de su amado/odiado Guevara – igual de sátrapa como él – al que acabó apartando hasta su muerte. Ha muerto en la cama, rodeado de los suyos – si es que realmente tenía alguno –, tendrá vítores y honores, incluso lágrimas y mucho síndrome de Estocolmo, pero la historia no lo absolverá y siempre estarás tú ahí para recordar que el tirano y su hermano (Raúl Castro) fueron los que apretaron el botón de los MIG, truncando vidas e ilusiones, esperanzas y sueños.
No te permitieron volver a tu amada Cuba, ni conocer a tus nietas, tampoco disfrutar más de tu hija, ni de tu mujer, ni de volver a La Vega de Cascallana tierra de tus ancestros, pero tu recuerdo y la herencia de Hermanos al Rescate con su procura de la libertad siempre te mantendrán presente entre todos nosotros, porque nadie desaparece, mientras su memoria y su legado nos acompañan y el tuyo es eterno.
Te recuerdo Armando, en tu Habana natal, en tu Miami de juventud, en tu presencia en Vietnam y en tu pacifismo en el Capitolio – prisión incluida -, en el respeto a tu familia y en el compromiso para defender la libertad y ayudar a los que la buscaban con riesgo de su propia vida…, como tú.
Nada mejor que lo dicho por tu hija, Marlene, el pasado 1 de Marzo rememorando el vigésimo aniversario de tu asesinato para definir tu vida: “Nadie muestra más amor que quien da la vida por sus amigos”, Juan 15,13
Yo solo puedo recordarte con lo que escribió un día Labordeta y que espero sea una realidad por la que tu luchaste y te costó la vida, para todo el pueblo cubano: “Habrá un día en que todos al levantar la vista veremos una tierra que ponga libertad”.
RIP, Fidel Castro, tanta gloria lleves como paz dejas.
A. Nogueiro
(En recuerdo de Armando Alejandre y sus tres amigos y compañeros Carlos, Mario y Pablo – Hermanos al Rescate – asesinados por la aviación cubana el 24 de Febrero de 1996 en aguas internacionales, sin encausar a día de hoy ninguno de los partícipes, por el terrible delito de vigilar las aguas del Estrecho de la Florida para socorrer a los balseros que huían de la Isla Bonita en sus avionetas CESSNA, facilitándoles su entrada en USA).
(Todos los detalles de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos).
http://www.cidh.org/annualrep/99span/De%20Fondo/Cuba11.589.htm