No es creíble ver a Isabel Pita defendiendo unos Presupuestos de Pozuelo en los que ella no pone ni un euro sino todo lo contrario, se los lleva. Un artículo de un vecino observador

Vi el Pleno Extraordinario de Presupuestos 2016 del Ayuntamiento de Pozuelo gracias a la transmisión que hizo este periódico de él. Enhorabuena. Y desde el minuto uno percibí que aquello no era creíble. Este Gobierno de Pozuelo no es creíble en líneas generales pero, mucho menos, hablando del dinero de los contribuyentes pozueleros ya que la mayoría de sus miembros no pone un euro en ellos. Más bien al contrario, se lo llevan.
La alcaldesa Susana Pérez Quislant, por ejemplo, no pone un euro. Vive en Pozuelo por vergüenza torera. Como no lo pone Isabel Pita. Esta ni lo pensó nunca. Como no pone un euro Eduardo Oria o Paloma Tejero o Mónica García Molina o Carlos Ulecia. Supongo que alguno más. Tengo dudas de Diego de Aristegui o de Pablo Gil pero da igual. Que seis concejales de 14 no pongan un euro en los presupuestos de esta ciudad y se permitan el lujo de contarnos lo que hay que hacer en Pozuelo con nuestro dinero me parece una broma. Me extrañó que nadie de la oposición se lo dijese a Pita.
Y no era creíble la exposición de Pita porque, por ejemplo, sus aspavientos con las manos la delataban. Intentaba apoyarse en ellas para creerse ella misma lo que estaba diciendo. Su lectura, como una antigua maestra haciendo un dictado, también era un claro síntoma de debilidad. Además, el hecho de querer apuntalar un discurso político con argumentos técnicos, indicaba una inseguridad enorme. Y, lo que es peor, evidenciaba que algún técnico del Ayuntamiento le había ‘ayudado’ sensiblemente a montar el discurso. Un político no habla de recursos técnicos sino es porque un técnico le ha hecho el discurso.
Y, definitivamente, no era creíble porque no defendía unos presupuestos políticos. Con estos presupuestos, Pozuelo no avanzará nada. Son adranianos. Pozuelo se quedará como está como se quedó tras los cuatro años de Paloma Adrados.
A fin de cuentas, es lo que quieren muchos de sus concejales, entre ellos, Pita. A parte de no saber, ellos no van a vivir en Pozuelo. Ni siquiera la alcaldesa.
Un vecino observador