El estado de la cuenta municipal 2015: La muestra objetiva de una gestión que tiene mucho que mejorar

En política siempre es difícil opinar de forma objetiva y en general nuestros posicionamientos están condicionados por múltiples factores. Pero en ocasiones es de gran ayuda disponer de datos objetivos, esos que están avalados por la contundencia de los números. Mi vecino y yo podemos tener distintas opiniones sobre la oportunidad de poner un carril bici, un parque, un polideportivo o un aparcamiento enfrente de casa, pero lo que está claro, es que si se ha presupuestado un carril bici y no se ha hecho, o se ha hecho un aparcamiento, además de las opiniones subjetivas que genere, habrá un hecho objetivo y es que no se ha cumplido con lo mandatado por el presupuesto.
De ahí la importancia de un instrumento como la Cuenta Anual al que no se le da la importancia que tiene. Si los presupuestos son importantes porque marcan las prioridades, la cuenta no lo es menos ya que nos indica si finalmente se ha hecho lo previsto o no y cuál es la ejecución de gastos en cada área. También permite saber quién está haciendo bien su trabajo y quién no.
En el pleno de Septiembre se ha cerrado la cuenta 2015, aprobada por la mayoría absoluta del Partido Popular y como siempre sin prestar demasiada atención a los datos que arroja. Desde el Grupo Socialista seguimos pensando que sería necesario poner mayor atención a estos datos objetivos y que cada una de las concejalías debería explicar las razones por las cuales se dejan de ejecutar partidas importantes para los vecinos y vecinas de Pozuelo o por qué se hacen modificaciones extraordinarias que acaban dejando los presupuestos iniciales en anécdota.
Para empezar, la cuenta nos muestra como con algo de habilidad y mucha intención, se puede hacer una planificación presupuestaria dirigida a generar a mitad de año o cuando convenga, un segundo presupuesto de inversión que escapa al debate propio de presupuestos. Esto supone que en esa segunda oportunidad de inversión que suponen los superávits se hace lo que quiere el equipo de gobierno con menos control y capacidad de opinión por parte del resto de representantes políticos y de la ciudadanía. En los últimos años viene ocurriendo que se planifican ingresos por debajo de lo prudente y se planifican gastos por encima de lo razonable y como consecuencia se generan grandes remanentes de crédito, que en el cierre del año 2015 supondrán casi 22 millones de euros, son estos remanentes los que acaban conformando el superavit. Una cifra exagerada que demuestra una muy mala gestión de nuestros recursos.
Por otro lado y como desde el principio hemos hablado de la conveniencia de disponer de datos objetivos para opinar sirvan algunos datos de referencia:
En la liquidación del presupuesto de ingresos en el Impuesto sobre el valor de los terrenos se ha cobrado un 78% más de lo presupuestado es decir 5 millones y medio más de euros y en licencias urbanísticas se ha cobrado un 55% más de lo presupuestado 832.000 euros más. O en conceptos tan absolutamente previsibles como las tasas telefónicas o el impuesto sobre hidrocarburos los excesos han sido del 57% y del 58% respectivamente.
Pero es en el capítulo de gastos donde los detalles hacen evidente la mala gestión de algunas concejalías:
Para empezar, en el capítulo 6 de Inversiones se produjeron modificaciones por un 250 % pasando de casi 5 millones de euros presupuestados en un inicio a algo más de 17 millones definitivos incorporando parte del superávit del 2014. Este dato ya denota una intencionalidad en la planificación que elude el control del resto de fuerzas políticas y de los propios vecinos respecto una parte del presupuesto.
Pero sirvan algunos conceptos presupuestarios como ejemplo de la deficiente gestión ejercida por algunas concejalías:
Si atendemos a la inversión en reparación de vías y plazas públicas, en Vivienda y Urbanismo, observamos cómo después de introducir una modificación al presupuesto de un 53% al final se deja sin gastar el 24% de lo presupuestado, dejando sin gastar casi 600.000 euros; o como en el mismo área en el asfaltado de calles se presupuestan 500.000 euros, se aumenta la partida en 2 millones y finalmente se dejan sin gastar algo más de 2 millones, un 80%, ¿estarán esperando a una elecciones para gastarlo?
En inversión nueva en parques, de un presupuesto de algo más de 1 millón de euros hemos dejado de gastar 700.000 cerca de un 60%, que junto al 40% que no hemos gastado en reparación de mobiliario público y juegos infantiles, demuestran un defecto de ejecución. Seguro que coincidimos en que se podrían hacer mayores esfuerzos ya que hablamos de mejoras en nuestras zonas verdes y en espacios de juego y diversión de nuestros hijos y nietos.
Se habla mucho de las bondades de nuestras Fiestas Patronales, pero es necesario decir que del presupuesto total de más de 600.000 euros nos hemos dejado sin gastar más de 150.000, un 25% que bien podría haberse dedicado a unas fiestas mejores y más participativas.
La planificación a la hora de determinar el presupuesto para ayudas y apoyos de carácter social tampoco ha sido muy acertada, hemos dejado de gastar el 14% de lo presupuestado, cerca de 90.000 euros han quedado en el limbo presupuestario, ¿acaso no existen necesidades en muchas familias de Pozuelo que podrían haber sido destinatarias de ayuda? Claro que la óptica asistencialista de nuestro sistema de atención social no ayuda a planificar con criterio.
O en el programa de Participación Ciudadana en actividades culturales y deportivas hemos dejado de gastar el 70% de lo presupuestado, en un nuevo alarde de falta de interés por la participación ciudadana y sus evidentes ventajas para hacer una ciudad mejor.
Son solo ejemplos, cifras objetivas de una gestión presupuestaria que sin duda podría ser mejor. Unas cifras que deberían hacer reflexionar a algunos concejales y concejalas del equipo de gobierno que planifican mal, seguramente no por falta de capacidad, aunque si por intencionalidad, y a los cuales se les debería exigir un esfuerzo en la gestión, pues existe un amplio margen de mejora y unas necesidades no cubiertas en algunas áreas que no atienden a pesar de disponer de recursos suficientes.
Ángel González Bascuñana, portavoz Grupo Municipal Socialista