Fiestas Patronales en Pozuelo: El éxito se alcanza cumpliendo las tres P

La tradición nos une en todo el territorio nacional (España) siempre en lo mismo: los hechos festivos. Son la servidumbre de un legado pasado que por mor de los distintos motivos religiosos que nos siguen uniendo, provocan el punto de encuentro de vecinos, amigos, familiares y visitantes que aprovechan la oportunidad de las mismas para solaz del baile, la conversación y/o la comida. Sin duda, momentos de algarabía y distensión que fluyen y nos hacen recordar a los que estamos y a los que ya se han ido con historias y aventuras que de natural fluyen, para sorpresa de los nuevos y repetición anual de los ya más curtidos.
Servían, además, para posicionarse, frente a las villas y/o pueblos colindantes como motivo de orgullo y envidia – prurito, diríamos hoy – por las actuaciones, atracciones y fuegos que en las mismas fuésemos capaces de mostrar, en comparación, con lo por los próximos realizados. Algunas peleas, fáciles de atajar y la oportunidad de aproximarse a la pareja ideal y, así, hasta el próximo año y, siempre, pensando en cómo superar lo ya realizado.
Al frente de las mismas, inmaculados ellos, los Miembros de la Comisión, título y representantes que se la jugaban frente a sus vecinos, con el añadido de tener que conseguir la viabilidad económica, además del éxito de crítica y público. Sin duda, todo un reto que cada año había que alcanzar y superar.
Tres partes, obligadas y complementarias, componen la sinfonía del éxito en unas Fiestas Patronales: Programa, Participación y Presupuesto.
En nuestro Pozuelo actual, la P del Presupuesto, sin duda es la más fácil de alcanzar. Un Ayto. con superávit…¡qué les voy a contar, si todos conocemos la salud financiera de la mayoría por España!. Una vez solucionados los euros, solo hace falta tener buen criterio, anticiparnos en el tiempo y un equipo que sea capaz de unir a todas las partes en litigio que serán partícipes durante el evento, para ofrecerles las actuaciones y atracciones más afines a los mismos. Curiosamente, ninguno de los argumentos se cumple, pero la nave va.
En cuanto a la P del Programa, solo puedo afirmar una cosa y es que de las Peñas si lo hay, hasta 20 actos distintos (muy vinculados, eso sí a la gastronomía, de la cual el Ayto. no se aparta e innova, frente a las Fiestas del Carmen, cambiando caldereta por paella) con el apoyo, preciso y sonante, de Las Charangas – imaginaba yo, que eran de todos y para todos pero visto el Programa… -.
Esta situación me lleva a pensar si el Programa es de las Peñas o del equipo del Sr. Ulecia. Y, felicitando a las Peñas, por su implicación en las distintas actividades diarias y como parte de los eventos que se desarrollan, me pregunto si desde el Ayto. no hubiese sido más acorde con la realidad local, además, haberse coordinado y apoyado con la Oposición, fieles representantes de más del cuarenta por ciento de los ciudadanos votantes, para poner en práctica un Programa representativo de todos.
Por cierto, al día de la fecha, buena sería la opinión de los distintos grupos que componen la oposición y su parecer por el Programa presentado. El silencio solo sirve, en estos casos, como asentimiento sobre lo propuesto, cosa que dudo conociendo alguno de sus Portavoces.
Las distintas actuaciones profesionales, desde el punto de vista musical, son para gustos, pero tengo toda la impresión que al igual que podremos ver en las Misas Solemnes de estos días: Pozuelo, es país para viejos…
La P de Participación, me temo va a estar marcada por los de siempre: niños, abuelos y mayores de cincuenta y tantos. Una vez más la obligada necesidad de atraer a los jóvenes, de desarrollar actividades por y para ellos… ¿dónde están? ¿quién las ha previsto?. El vínculo que tiene que servir de enganche con los mismos, como año tras año, ni se ve, ni se le espera. ¡Gran trabajo de la Concejalía de Juventud! Pero, bueno, lo importante es el voto actual, que siguen teniendo, el resto ya vendrá.
Saben, sinceramente, Sra. Quislant, Sr. Ulecia lo peor de estas nuestras Fiestas Patronales, más allá de las consideraciones anteriores, es que no han tenido en consideración a los que por motivos de edad, salud, economía…, no pueden acercarse a los eventos y disponer de cinco minutos de huida – ficticia, pero real- de esa situación que los corroe y que los mantiene ausentes de lo que también es de ellos, pues comparten suelo y vida con nosotros. ¿Tanto costaba llevar una charanga para atraer y dar vida al barrio de la Coca, o hacerla llegar a cualquiera de las múltiples residencias que facilitan vida y longevidad a nuestros mayores? ¿Suponía un gasto inasumible?¿Una distancia inalcanzable?. Me temo que una vez recuperado el cheque bebé, hemos cubierto las Ayudas Familiares y plantearse nuevas y necesarias acciones solidarias desbordan a nuestros representantes.
Un año más, las Fiestas, no son ni de todos, ni para todos, al menos en la elaboración, y suele ocurrir, que las cosas salen en función de cómo se inician, por lo que si tienen el vídeo del año pasado…sólo tienen que cambiarle la fecha, porque ¿quién se acuerda de las actuaciones del año 2015? Y los actos Solemnes, así como los referidos al noble arte de la tauromaquia…sin duda similares.
Poco podemos esperar ya de lo que acontecerá en este 2016: más de lo mismo, pero nos quedan muchas oportunidades para el próximo año, sobre todo la de caminar juntos: gobierno, oposición y ciudadanía en la procura de unas Fiestas que, sin perder la Tradición, se ajusten a los tiempos actuales, siendo capaces de aunar a todos los Pozueleros haciéndolas sentir como propias. Y esto, querida alcaldesa, solo es posible cuando nos representen a todos, no olvidando a ninguno.
Mientras y durante las mismas ¡diviértanse!, aunque no lo hayan pensado, las hemos pagado todos.
A. Nogueiro