Razones por las que Mónica García Molina entró en la lista TOP 10 de los peores concejales de Pozuelo y por qué quedó, finalmente, en 8º lugar
La concejala de Cultura Mónica García Molina terminó este primer año de legislatura en el número 8 de la lista TOP 10 de los peores concejales de Pozuelo…
Como ya se dijo, en su momento, este lugar es bastante incomprensible porque, de entrada, todo apuntaba a que estaría bastante más arriba. Pero no. La realidad es que está muy abajo. Llegó, incluso, a salir de la lista varias semanas.
¿Qué pasó para estar en esta aceptable posición?
Pasó que, tras debutar con aquel patinazo de la censura a “Juicio a una zorra”, entró en modo “no estoy para nada ni nadie” y desapareció del panorama político.
Si no aparezco, no me equivoco y, si no me equivoco, no me critican…
Y así fue. Mónica, durante la mayor parte de este curso político, fue Guadiana. Entró en la lista, salió, desapareció, estuvo arriba, estuvo abajo… Finalmente, terminó en un 8º puesto muy digno para lo que prometía de entrada.
Y es que Mónica García Molina, otra chica del millón de euros aunque la primera legislatura con Sepúlveda solo fue asesora… (los asesores también cobran), no está preparada para llevar la concejalía de Cultura de una ciudad como Pozuelo que aspira a lo más alto. Es así de sencillo. Cultura es una de las concejalías referencia de esta ciudad. O, al menos, así debería ser. Y García Molina no está a su altura. Como no lo estuvo en la concejalía de Medio Ambiente, otra concejalía chollo de Pozuelo, y por la que, sin embargo, deambuló 8 años. Algo debe tener esta mujer para sobrevivir.
Mónica García Molía es otro personaje tipo de ese PP condenado a desaparecer. Viviendo del partido desde muy joven, caminó por un alambre que cruzaba un foso de cocodrilos, hasta que recabó en Pozuelo. Y aquí se apalancó. Y de qué manera.
Algunos vecinos, cuando supimos que la alcaldesa Quislant, la colocó en Cultura sabíamos de su fracaso. Dicen las malas lenguas que la alcaldesa le dio la delegación de Cultura por eliminación ya que no veía a nadie con preparación para ello. Ella aceptó encantada porque le gusta figurar. Luego todo ha derivado a peor. Pero como ha estado escondida no se ha notado demasiado. Chica lista.
Durante medio año lago, se salvó porque la programación del MIRA Teatro estaba hecha. Durante el siguiente medio año se agarró a una tabla de naufrago como era el viejo equipo de contrataciones y, vaya, se volvió a salvar. Sin embargo, en la cosa de las exposiciones, se estrelló. Aún no sé sabe cuál es la política de exposiciones que tiene la concejalía. O, mejor dicho, el Patronato. Y mira que es fácil.
De lo demás, poco se puede decir. Su feria del libro, dicho sea de paso, fue un fracaso. Un costoso fracaso. Del catálogo de artistas, mejor no hablo. Y del certamen de Pintura, vaya que vaya. Hay que esperar su desarrollo.
Pero, sin duda, Mónica es una mujer lista. Sabía que lo tenía difícil y, más, tras su patinazo inicial. Se escondió y eso le ha hecho estar tan abajo en la lista. Esperemos que la experiencia de este mal año le sirva de experiencia.
Por cierto, terminará viviendo 16 años de Pozuelo y habrá sido incapaz de haber vivido ni un solo día esta ciudad y ni haber pagado un solo impuesto.
Sira