CDC podría quedarse por primera vez sin grupo propio en el Congreso y el Senado
Convergència Democrática de Catalunya (CDC) tendrá que recurrir al PP o al PSOE para poder tener grupo parlamentario propio en el Congreso y en el Senado, ya que, con los resultados que obvieron en las elecciones generales del pasado domingo, no cumplen los requisitos mínimos que fijan los reglamentos de ambas Cámara para poder organizarse de forma autónoma.
El Reglamento del Congreso contempla dos vías para poder crear un grupo parlamentario: obtener al menos 15 escaños o, en caso no de llegar a ese umbral, tener cinco diputados y, además, aglutinar el 5% de los votos a nivel nacional o bien un 15% en las circunscripciones en las que se presentó candidatura.
En las elecciones del pasado domingo, CDC consiguió retener los ocho escaños que tenía en la anterior, pero perdió más de 88.000 votos respecto al diciembre, con lo que ya no llega al 15% de los apoyos en las cuatro provincias catalanas, ni en el conjunto de Cataluña, el argumento que en la pasada legislatura esgrimieron el PP y el PSOE para permitirle contar con voz propia en el Congreso.
Con este escenario, si la Mesa del Congreso aplica estrictamente el Reglamento de la Cámara, CDC tendría que recalar en el Grupo Mixto y compartir espacio, tiempos y recursos con hasta otros seis partidos.
Para evitarlo, a los convergentes sólo les queda una tercera vía para poder conformar grupo parlamentario, y es la de recurrir a préstamos, puntuales o no, de diputados de otros grupos, una práctica que en legislaturas anteriores se ha permitido a partidos como Coalición Canaria (CC), Unión, Progreso y Democracia (UPYD), IU-ICV y ERC.
En este caso, CDC necesita siete diputados para llegar al mínimo de 15 que fija el Reglamento de la Cámara Baja para tener grupo sin tener en cuenta los porcentajes. Según indicaron a Europa Press fuentes parlamentarias, el problema es que ese préstamo no lo puede hacer cualquier partido, sino que deben ser las grandes formaciones, que ya tienen asegurado su propio grupo parlamentario y tienen margen para hacer cesiones.
Eso sí, Unidos Podemos o Ciudadanos son opciones muy improbables. El primero ya tiene sus propias complicaciones de organización interna con las tres confluencias territoriales con las que concurrió a las elecciones junto a Izquierda Unida, y el segundo ni siquiera se plantearía esa eventualidad por principios ideológicos.
Con este panorama, los independentistas catalanes se plantean sondear a los dos partidos mayoritarios. Tanto si es el PP como si es el PSOE el que accede a esa petición, los convergentes podrían registrar su grupo parlamentario y, si la Mesa del Congreso le da el visto bueno, esos diputados prestados tendrían que permanecer con los independentistas hasta el siguiente periodo de sesiones, que es cuando se integrarían definitivamente en su grupo de origen.