La Policía investiga a grupos feministas por el asalto a la capilla de la Universidad Autónoma de Madrid
La capilla de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) amaneció ayer por la mañana profanada con pintadas de rojo en las paredes en las que podía leerse:«Educación laica» y «Aborto libre». Iban acompañadas del símbolo femenino. Además de los grafitis, el suelo, los muros, las bancadas, el confesionario, el sagrario y las figuras religiosas presentaban manchas y salpicaduras de pintura roja.
Según fuentes policiales, los asaltantes han dejado en la estancia varios pasquines que no venían firmados por ningún grupo u organización. En esos escritos se justificaba así el asalto:«Esta acción pretende despertar ese espíritu crítico que no quieren que tengamos y reclamar esa universidad libre que todos buscamos cuando pasamos selectividad. No queremos una universidad en la que no formen personas sino máquinas».
«No queremos una universidad que responda a los poderes económicos ni a los eclesiásticos», añadían para terminar señalando: «Por todo esto decimos que fuera las iglesias de la universidad. Quisieron enterrarnos pero olvidaron que éramos semillas. La lucha es el único camino».
Agentes de la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía investigan los hechos y ya han recabado imágenes de las grabaciones del sistema de vídeo vigilancia del campus.
Las pesquisas se centran en grupos feministas vinculados con la Autónoma y otras universidades. En principio, los autores del ataque son tres o cuatro personas encapuchadas que llegaron a la zona andando y que pudieron huir en un coche. El asalto ocurrió entre las 03.00 y las 04.00 de la madrugada.
Los agentes de Policía Científica han acudido también a la capilla en busca de huellas de los atacantes que llegaron a reventar la cerradura del templo. El exterior de la capilla también presentaba una pintada con la leyenda «aborto libre».
Fueron los vigilantes de la Universidad quienes descubrieron a primera hora de ayer las pintadas en la capilla, localizada en un edificio cuyo acceso principal estaba cerrado, aunque en la planta baja tiene otro acceso.