A la alcaldesa Quislant solo le importan las fotos con dirigentes del PP. Cree que en ellas está su futuro político aunque, para lograrlo, abandone su deber
Y llegó la final de la Champions League y ganó el Real Madrid. Y mis hijos se acostaron con sus bufandas. Y Luis rejuveneció por la ilusión que le produjo. La verdad es que yo no soy muy futbolera pero este, fin de semana, me comí dos finales de infarto. Una del Madrid en Milán y otra del Pozuelo en el Valle de las Cañas.
Luisito es fan del CF Pozuelo, al año que viene le harán una prueba, y allá que nos llevó. Yo quise encontrar en la grada de autoridades a mi “querida” Alcaldesa Accidental. Supuse que tenía que estar. Miré una y otra vez y no la encontraba. Miré tantas veces que Luis me dijo, “Sira, si no te interesa el partido, te marchas”. Cómo son los futboleros.
Y llegó el descanso. Y, como por arte de magia, allí estaba la flamante accidental Alcaldesa con Carlos Ulecia, la mostoleña Paloma Tejero y Diego de Arístegui (lo que me gustaba a mi este hombre y lo sectario que está siendo en su nueva ocupación municipal como jefe de personal, que es en lo que lo ha dejado Quislant).
Pero, ¿cuándo llegó la alcaldesa?
Leyendo a mi Capi, esta mañana me he enterado de que fue en el minuto 32 cuando la Alcaldesa “accidental” se dignó a acercarse a animar al equipo pozuelero que tristemente no pudo ascender. No entendí nada.
¿Tan poco le importa el deporte a esta mujer? ¿Tan poco le importa el esfuerzo de estos chavales y la ilusión de todos ellos? ¿Tan poco le importa la educación? Pues sí, eso es lo que le importa. Muy poco. Lo del domingo fue Susana Pérez Quislant en estado puro. Yo, solo yo, siempre yo…
Decepcionada, una vez más, ayer de mañana me fui a tomar un café con mi prima Paqui y Manolo. María estaba haciendo unos recados cerca de la calle Génova. “Volveré con mucha información”, me dijo. Te espero, querida amiga.
Pues eso, entre el café, la tostada casi quemada, los comentarios sobre el partido del Madrid, la poca ilusión de todos los políticos de Pozuelo en animar a nuestro equipo, y los chascarrillos de Manolo sobre Ciudadanos, el PP y el PSOE, se me hicieron las dos.
De vuelta a casa iba pensando en lo que mi prima nos dijo. Susana Pérez Quislant llegó tarde al partido del Pozuelo porque estaba haciéndose una foto con la ministra en funciones, Fátima Báñez, en el Parque Prados de Torrejón.
Es cierto, fue el Día del Niño. Pero una alcaldesa no debe estar para fotos y Susana faltó el respeto a los chavales pozueleros que jugaban con el nombre de Pozuelo en el pecho.
Llegó media hora tarde por hacerse una dichosa foto. Una foto en la que ella no podía faltar. Le va la vida política en estas bobadas.
Paqui lo vio. Paseaba el domingo con Sebastián. Y allí estaban. Durante unos minutos, todos sonrieron para la cámara y así plasmar una falsa realidad popular pozuelera delante de la Ministra y una realidad pozuelera ante todos los demás, el desprecio de este gobierno municipal a los vecinos de Pozuelo.
El sábado también hubo peperos en el Mercadillo. A estos los vi yo. Estaban PP y PSOE. Del PP ningún concejal. Estuve cotilleando más de media hora. Ninguno.
Una colaboradora de El Correo, Yolanda Estrada, estaba también repartiendo propaganda del PP. Estaba con asesores municipales y dos chavales que no sé quiénes son, pero tenían pinta de ser de los jóvenes del PP de Pozuelo.
También estaba la joven pozuelera Paloma Lorenzo. Aquella que desterraron de las listas del PP tanto Susanita como la YA OLVIDADA, en un gesto de desprecio absoluto a Pozuelo y a sus jóvenes preparados. Ahí estaba, trabajando para su partido. Y repito, ningún concejal.
Por otro lado, en el stand del PSOE, Ángel Bascuñana. El portavoz. Creo que las comparaciones son odiosas porque solo reflejan una realidad. Y cada cual que piense lo que quiera.
Me dio mucha pena pensar en la dichosa foto del domingo. Me dio mucha tristeza comprobar que entre el sábado y el domingo lo que medió fue una foto.
Me dio pena ver a la joven Paloma Lorenzo recorrerse el mercadillo entregando propaganda de un partido político que ha prescindido de ella por culpa de quienes mandan en el PP de Pozuelo y en el Ayuntamiento. Y me más pena me da pensar que, hoy, mis palabras pueden pasarle factura a esta joven mujer. Pero debo escribirlas, porque es de justicia.
Pero si todo esto me dio pena, mucha más pena me dio pensar en los jóvenes del CF Pozuelo. No sólo porque perdieron el partido, sino, y con más razón, porque todos comprobamos que la política pozuelera “pasa olímpicamente” del deporte, de los jóvenes, del esfuerzo, de los pozueleros y de nuestro pueblo.
Todo por una dichosa foto. ¡QUÉ PENA!
Sira Q.