Hoy nos visita: Andrés Calvo Sotelo, concejal de Desarrollo Empresarial (de ida y vuelta), Comercio, Atención al Ciudadano, Urbanizaciones y lo que usted mande, alcaldesa

Paciente de hoy: Andrés Calvo Sotelo, concejal de Desarrollo Empresarial (de ida y vuelta), Comercio, Atención al Ciudadano, Urbanizaciones y lo que usted mande, alcaldesa
Análisis:
Andrés Calvo Sotelo es el concejal tipo de una ciudad como Pozuelo de Alarcón. No da un ruido. Es el chico para todo de los alcaldes. Lo mismo plancha un huevo que se fríe una corbata. Le da lo mismo ser concejal de Obras que de Participación Ciudadana. Sirve para un roto y para un descosido.
Andrés nunca pasa de moda. Es de esas personas que siempre caen bien porque nunca caen mal. No hay otra explicación. Su ironía y simpatía con unas gotitas de inocencia le sacan siempre del apuro.
Es como un osito de peluche. Hasta cuando se duerme en un Pleno es adorable.
Poco trabajador tirando a menos, las concejalías por las que pasa son el reflejo de su carácter, ni hacen ni deshacen, se limitan a seguir la vida y el paso del tiempo. Que no es poco.
Cuando termine esta legislatura, Calvo Sotelo llevará 16 años de concejal y será otro de los chicos del millón, pero no pregunte por qué ni trate de averiguar qué ha hecho por Pozuelo en todo ese tiempo.
Diagnostico:
Concejal por la gracia de Dios. Punto.
Tratamiento:
Desconocido. No hay manera de encontrarlo. Toda la semana lleva reunido un Comité de expertos para ver que se hace con él y no se ponen de acuerdo. Es un caso clínico-político de un tiempo que se acaba.
Aunque, en el caso de Andrés, dudan de ello porque piensan que nació de pie y ante eso no hay nada qué hacer… Será concejal de esta ciudad hasta que él quiera.
“¿O no es verdad, señora Pina?”
Fdo.: Dr. Pozuelo