Crónica de un Pleno Ordinario en el que se perdió el tiempo entre mociones demagógicas, absurdas e inútiles, muy en la línea política habitual de un Gobierno agotado y una oposición cansina

Y tras el Pleno Extraordinario y un descansito de 10 minutos porque ya la alcaldesa-presidenta mostraba síntomas de cansancio, se dio paso al Pleno Ordinario. Un Pleno en el que se comprobó que no hacía falta el descansito de la señora Quislant porque fue de lo más placentero para la mayoría de los concejales. Aburrido, previsible y prescindible, sólo te sacaba del sopor las llamadas de atención de la alcaldesa-presidenta a los concejales y que servían para mirar la hora: “Puf, y todavía estamos en la tercera moción”. Pérdida de tiempo, en definitiva, y tiempo ideal, eso sí, para sestear. La siesta del carnero que se decía antes.
Y es que el Pleno Ordinario de hoy ha vuelto a ser una tomadura de pelo a los vecinos de Pozuelo. Se perdió el tiempo entre mociones demagógicas, absurdas e inútiles, muy en la línea política habitual de un Gobierno agotado y de una oposición cansina.
Pero vayamos por partes que diría Jack el Destripador.
La primera moción fue de Somos Pozuelo e iba sobre esa obsesión que tiene este Grupo Municipal por los desahucios. Este tema les dio juego en anteriores elecciones y siguen en ello, pese a estar demostrado que es una falacia, ya que los ayuntamientos no pueden hacer nada en los desahucios como se ha demostrado en Madrid. Pero esta nueva izquierda es así. La demagogia como bandera.
Lógicamente, Beatriz Pérez Abraham vapuleó a Pablo Gómez Perpignà. Suele pasar con argumentos demagógicos. Son fácilmente rebatibles. Y, además, Beatriz lo hizo con saña, como teniendo algo personal con Perpignà, porque se guardó para el final decir que ya se había solucionado el problema de desahucio que afecta a Pozuelo. Es una pena que la televisión no enchufase, en ese momento, a Perpignà para ver si se escondía bajo su escaño. Primer Zaska que recibió el líder de Somos Pozuelo en la jornada.
En definitiva, moción demagógica y, consecuentemente, pérdida de tiempo. ¡Qué cansino eres, Pablo!
La segunda moción fue sobre la petición de una auditoría sobre el consumo eléctrico en dependencias municipales. La presentaba Ciudadanos y Miguel Ángel Berzal se había preparado el tema, cosa muy distinta de lo que había hecho Pablo Gil, porque, desgraciadamente, habló por boca de ganso. Basaba su defensa del tema en datos que le habían dado por escrito y que expuso de manera liosa y torpe. Hecho que, unido a su manifiestamente mejorable oratoria, terminó siendo un desastre. Berzal, en su dúplica, le perdonó la vida. Pudo machacarlo, políticamente, pero sólo le dijo que volviese a revisar sus argumentos.
En definitiva, nada. Otra pérdida de tiempo porque el Gobierno tampoco va a hacer nada con esto, ya que ello lleva mucho trabajo y el trabajo le produce ronchas al Gobierno. Si será malo el trabajo que hace a las personas espantajos, dicen.
La tercer moción iba sobre el cambio de nombres de las calles. Un tema polémico en España desde que Zapatero se empeñó en resucitar las dos España. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón, decía Machado.
Y Pablo Perpignà, en su intervención, me heló el corazón desde el minuto uno. Puro odio. Incomprensible en una persona tan joven. Y, desde luego, desconocimiento de la Historia de España. Pero no estoy yo aquí para enseñar nada a nadie. Allá él. Su odio terminará ahogándole.
Elena Moreno, que esta vez sí se había leído su papelito no como cuando intervino en el caso de la moción de los desahucios, lo más sobresaliente fue que recogió una idea interesante de Perpignà: que fuesen los vecinos quienes eligiesen los nombres se las calles. Está bien. Sin más. Pero da trabajo.
Adolfo Moreno tuvo una puesta en escena muy mejorada y afeó al Gobierno la inutilidad de la moción.
Andrés Calvo-Sotelo, que intervino por el Gobierno, estuvo bien defendiendo lo que se podía defender de la moción. Incluso, le dio un ‘Zaska’ a Pablo Perpignà muy divertido. El segundo del día. Resulta que Pablo, que se pasa el día presumiendo de ser de Pozuelo, no sabía que en esta ciudad hay una calle que se llama América. Ay, Pablo, qué cansino eres, de verdad…
La siguiente moción que propuso el Gobierno fue sobre la Carta de Compromiso con el Deporte. Y esta moción merece un trato aparte. El concejal de Ciudadanos González Andino habló de algo que me sorprendió. Dijo que esa Carta de Compromiso es mamoneo. Algo privado que el Gobierno quiere colar en los colegios. Y lo más grave es que Carlos Ulecia pasó del tema y ni contestó. Mmmmm. Raro. Volveré sobre ello porque puede ser la leche.
Salvo por esta circunstancia, la moción fue absurda y, por lo tanto, más tiempo perdido.
De la moción sobre la libertad de Leopoldo López y de los presos políticos no hablaré nada. Me niego. Es un brindis al sol del Gobierno para cabreo de Somos Pozuelo. No tiene otro sentido. Ya lo dije. En definitiva, más pérdida de tiempo. Otra moción innecesaria. Otro cabreo de Pablo Perpignà.
La última iniciativa la presentaban los socialistas y fue defendida por Ángel González Bascuñana. Iba sobre la construcción de un nuevo instituto de educación secundaria en Pozuelo.
El tema fue muy interesante como interesante fue el debate. Pero creo que también innecesario porque el asunto no depende del Ayuntamiento de Pozuelo. Y aunque el debate ha sido muy atractivo y se han puesto de manifiesto datos muy a tener en cuenta, creo que hay que trasladarlo a la Asamblea de Madrid para que sea el Gobierno de la Comunidad de Madrid quien decida construir un nuevo instituto de educación secundaria en Pozuelo. No creo que el Ayuntamiento, en su momento, niegue suelo público para la construcción de un instituto o de dos o de tres.
Y eso es todo, eso es todo…
Dejo fuera las preguntas con respuesta oral. Las comentaré mañana. Tienen mucho que contar también porque ha vuelto Ella…
No sé que pasó al final del Pleno porque se cortó la señal de vídeo. Me pareció que cortaban para que los vecinos no viésemos el despertar de muchos concejales… Cosas peores se han hecho.
El Capitán Possuelo
El Ayuntamiento si tiene mucho que decir para la construcción de un instituto o colegio público sino investiguen qué pasó con el CEIPSO PPEs de Asturias…todo un ejemplo. No hay más que poner empeño en ello. Además, no se trasladan a la Comunidad de Madrid temas de carreteras que circunvalan Pozuelo y que no son competencia municipal?? Claro que se puede y se hace si conviene. Lo que pasa que hay demasiados colegios privados y privados concertados a los que NO favorece en absoluto la creación de un IES y eso claro, este gobierno no lo pasará por alto Y mientras tanto los alumnos con pocos recursos seguirán amontonados en las clases de los » IES existentes, eso si Bilingues
Muchas gracias por su participación. Saludos