La alcaldesa Quislant, desesperada por rascar bola, entra en campaña político-personal para darse a conocer en Madrid, visitando periódicos que informan sobre la Comunidad
Como vengo diciendo, desde hace tiempo, que Pozuelo de Alarcón le interesa cada día menos a la alcaldesa Quislant. La caída de Esperanza Aguirre y el ascenso de Cristina Cifuentes en el PP de Madrid le ha cortado sus alas políticas. Y eso tiene consecuencias.
Tantas que ya sabe que se le tendrían que poner las cosas muy bien para que repitiese como alcaldesa de Pozuelo. Muy bien. Milagrosamente bien. Y más, después de su último agarre político en el despacho de Cifuentes en el que le propuso a la Presidenta de la Comunidad un intercambio de cromos. Tú me apoyas, yo te apoyo. Le salió mal. Se creía más poderosa de lo que es y alguien le quitó la escalera de golpe. Ahora vive colgando de la brocha. Políticamente, claro.
Como consecuencia de ello también, Susana Pérez Quislant dedica una gran parte de su tiempo a la conspiración pepera. Pozuelo puede esperar. Como el cielo. Busca reunir a los restos del naufragio de los aguirristas más parte del sector cristiano (obsérvese la foto de su cuenta de twitter) para crear un grupo de presión dentro del PP que le proporcione algo que rascar en el próximo Congreso. Desconozco, sin embargo, cómo le va en esa labor de mujer política al borde de una ataque de nervios porque ve que se le acaba el chollo.
(Entre 130.000 y 140.000 eurakos al año. Hablo de ingresos matrimoniales, claro).
Y para superar la situación, en un alarde de imaginación de primero de políticas y, supuestamente, asesorada por su consejo político áulico, ha comenzado a visitar redacciones de periódicos. Periódicos, por cierto, que informan poco de Pozuelo y mucho de la Comunidad de Madrid. Quiere abrirse caminos y hacer contactos. Quiere tener visibilidad en Madrid. Si no la conocen es difícil que pueda tener peso político.
Para empezar, y según anuncia en su cuenta de twitter, ha visitado la redacción de ‘Gente Digital’, un magnífico periódico por otra parte, y se ha apresurado a publicar una fotografía con su redactora jefe, una gran periodista, muy querida en esta casa, dicho sea de paso.
Y no será el último periódico que visite nuestra alcaldesa. De Pozuelo, a pocos. Serán todos de Madrid. Insisto, necesita darse a conocer en la capital. Es vital para su proyecto político.
Sin ánimo de dar lecciones a nadie, alguien debería decirle a la señora alcaldesa que ese camino político-personal que ha iniciado no tiene salida. Es muy antiguo. Cada día hay menos redacciones físicas… Eso es muy costoso. Ahora todo es virtual. Los redactores y colaboradores, salvo en los grandísimos periódicos y cada vez menos, trabajan desde su casa. Alguien, por tanto, debería decirle que, si quiere que la conozcan, debe actuar de otra manera. Pero no lo voy a contar aquí. Yo ya no doy clases.
Me divertirá mucho, en cualquier caso, especular sobre si irá a ver la redacción de ‘Madrid Actual’, el periódico de Alfredito que informa de la Comunidad de Madrid, y que también tiene su redacción en El Valle de las Cañas.
La alcaldesa acaba de decir en twitter que ella va a donde la invitan y la dirección de Madrid Actual la invitará. Seguro. Por la cuenta que le trae. Y ella irá porque, a fin de cuentas, la redacción de ese periódico también está en dependencias municipales.
Ah, y otra cosa, señora, si va a la redacción de Madrid Actual, que es la misma de Diario de Pozuelo, insisto, pida que le enseñen todos las redacciones de periódicos que hay en ese local municipal pozuelero. Ahí está ubicado, gracias a los impuestos de los vecinos de Pozuelo, Diario de Boadilla, Noticias de Majadahonda, Noticias de Alcobendas, Noticias de Las Rozas, Diario de Sevilla La Nueva y Revista Deporte. Un nido de periódicos es la redacción de Madrid Actual (de Diario de Pozuelo, perdón) en el Valle de las Cañas.
A la redacción de El Correo de Pozuelo, sin embargo, no vendrá la señora Quislant. No hay redacción física y, además, no la invitaré. Pero no por descortés sino porque eso no se suele hacer. No. Se invita cuando hay algún motivo para ello. Algo especial. Una efemérides, la entrega de premios, una inauguración… Pero no se invita a las autoridades a ir a las redacciones porque sí. Sin motivos. El protocolo obliga a que sea la autoridad la que muestre la intención de visitarlas. Es así, Susana. Tus chicos no han debido informarte tampoco de esto…
Pero, insisto, aquí no te invitaremos. Bueno, sí… Ven a mi casa cuando quieras. Pero no a la redacción de El Correo de Pozuelo.
Y si vienes a mi casa, avísame, para que tenga preparadas una torrijas de horchata fantásticas. Reminiscencia valenciana, ya sabes…
El Capitán Possuelo