Obama en Cuba. Por Carlos Alberto Montaner
El presidente norteamericano no había puesto un pie en Cuba y el régimen ya había comenzado a bombardearlo. Primero fue un largo editorial de Granma. ¿La esencia? Cuba no se moverá un milímetro de sus posiciones socialista y antiimperialista, incluido su apoyo al engendro chavista en Venezuela, enorme fuente de subsidio para los cubanos, de quebrantos para los venezolanos y de desasosiego para los vecinos.
Luego el canciller Bruno Rodríguez, el chico de los recados diplomáticos, le advirtió que su gobierno no agradecía que Obama hablara de empoderar al pueblo cubano. Tampoco, de que trataran de imponerles Internet. Cuba, dijo, “protegerá la soberanía tecnológica de nuestras redes”. En lenguaje llano quiso decir que la policía política seguirá controlando las comunicaciones. De eso y para eso viven… (Seguir leyendo)