La lucha contra la corrupción y la dimisión de Aguirre. Un artículo de Tono Rueda

Aún no salgo de mi asombro con la noticia de la dimisión de Aguirre, pero aún más con las consecuencias de la misma.
Es asombroso cómo aparecieron enseguida responsables de forzarla a dimitir. Todos se arrogan las iniciativas que han conseguido derribar a la superpoderosa Esperanza, una roca dura de roer.
La jefa de Ignacio González, la jefa de Francisco Granados, la del Tamayazo. “Esperanza Aguirre o la cólera de Dios” la llegaron a llamar.
Oigan, y ahora ha dimitido por una comisión de investigación en la comunidad de Madrid, o por la relación destapada por el concejal de Vicálvaro… ¡Sólo ha faltado la propia Aguirre diciendo que ella fue quien destapó la trama Púnica! Y entre tanto el PSOE, que no veía motivo para la dimisión de Chaves y Griñán por los EREs pidiendo que dimita hasta el Papa siguiendo el ejemplo de Doña Esperanza.
Desde luego es un gran misterio la razón de la dimisión. Cuando su mano derecha lleva casi año y medio en prisión se da cuenta de que algo grave debe haber. Y es que algo grave debe haber cuando Ignacio González había dimitido unos días antes como secretario general del partido y nadie había dicho ni pío.
No se preocupen, pronto lo sabremos… ¡O no! Porque ¿alguien sabe por qué dimitió como presidenta de la Comunidad de Madrid? Entonces la propia Aguirre dijo que “Esto no tiene vuelta atrás, es cruzar el Rubicón”, mientras informaba de que abandonaba la política y reingresaría como funcionaria…
Y es que esta mujer no da puntada sin hilo, y nos tiene siempre en un sin vivir.
La prensa hace cábalas con los motivos y las consecuencias.
¿Habrá nuevas elecciones? ¿Competirá Esperanza Aguirre por ser la candidata enarbolando su intachable conducta al haber asumido responsabilidades políticas? ¿Se ha rendido en la lucha por el la Comunidad de Madrid y quiere adelantarse a Cifuentes en su salto al ring nacional?
Pues, miren, hay argumentos y razones para todo, pero el tiempo dirá.
Pero sólo hay una conclusión: La corrupción será vencida por la justicia o acabará con nosotros.
Mientras en UPyD estuvimos en las instituciones no pudimos pedir más comisiones de investigación, no pudimos sacar a la luz más información, ni pudimos meternos en más juicios, y sin embargo, no ha servido de mucho. Las acusas se encallan, los aforados siguen, los recursos para la justicia escasean. Aunque de vez en cuando las investigaciones judiciales nos dan una pequeña alegría cuando vemos que hay quien paga por sus fechorías.
En esta ocasión creo que el mérito de la dimisión de Aguirre es de la justicia y de las fuerzas del orden que, trabajando contra viento y marea, han conseguido poner contra la pared a una de las tramas más importantes de la corrupción que sufrimos.
Hay que reconocer el mérito de jueces que, a pesar de estar sometidos a un poder judicial politizado, consiguen sacar adelante una instrucción notable contra los todopoderosos partidos políticos, y y de las fuerzas del orden, Policía y Guardia Civil, que, a pesar de sus escasos medios, consiguen sacar a la luz las miserias de nuestros gobernantes, mientras ven, desde sus menguados sueldos, el poco respeto que tienen por los recursos públicos y por el bienestar de los ciudadanos.
Si hay alguien a quien felicitar en esta ocasión, y si es que la dimisión se ha producido forzada por los casos de corrupción, es al juez Eloy Velasco, a la Policía Nacional y a la Guardia Civil. Vaya para ellos mi felicitación y mi agradecimiento.
Un día tendremos una justicia independiente, unas fuerzas del orden bien consideradas, independientes y dotadas de recursos suficientes para luchar incluso contra los más poderosos. Ese día UPyD será un poco menos necesario.
Pero hoy no es ese día.
José Antonio Rueda, ex concejal de UPyD en Pozuelo