La mano que mece la cuna. Un artículo de Tono Rueda
Anteanoche, por fin, hubo un debate plural en televisión. En la pública, la de todos, como debe ser. Pero no es oro todo lo que reluce… Hay quien tiene tanto miedo de que se escuche a todos que, aun obligado a no excluir a ningún partido, quiso poner el debate a las 23:55, para que lo viera menos gente. Al final se tuvo que acudir a la Junta Electoral para arreglar el desaguisado y que se emitiera a una hora más razonable. Y se ve que hay miedo porque hace dos días hubo un debate en el que sólo intervinieron 4 partidos, “los que tienen posibilidades de ganar las elecciones”, según justifican sus responsables. Da igual que haya partidos con más de un millón de votos y con representación parlamentaria, como algunos han decidido que no conviene que salgan pues los excluyen, los excluyen de los debates, los excluyen de las encuestas, total, lo que no sale en la tele no existe…
Pues bien, hubo un debate en el que se escuchó a 9 partidos, no voy a entrar en valoraciones, eso requeriría uno o varios artículos más, pero es indignante que haya que remover cielo y tierra para que los españoles podamos oír todas las propuestas en igualdad.
La cuestión es que yo quería hablar de economía, en la que no soy un experto, como en tantas cosas, pero algo he leído. Cualquiera que haya estudiado algo de economía conoce el concepto de la “mano invisible”. Para quien no lo conozca, es un principio por el que se plantea que las personas, en busca de su propio beneficio, producen efectos beneficiosos en el resto de la sociedad, por ejemplo generando puestos de trabajo, aumentando las ventas de terceros al demandar sus productos, etc.
Pero se me ocurre que no siempre esos efectos, digamos colaterales, son beneficiosos. Y en estos tiempos, y aplicado al campo de la política, tenemos un claro ejemplo: UPyD.
UPyD ha sido condenado al ostracismo, lo ha sido por personas que buscan su propio interés y esto, para mí, es un claro perjuicio para la sociedad española. Así pues, en este caso, parece que la mano invisible se vuelve perjudicial, se diría que hay una dualidad de la “mano invisible”, una mano blanca y una mano negra…
Como diría mi amigo José Antonio Gavira, no se trata de un grupo de señores con tirantes y sombrero que se reúnen en salas oscuras a fumar puros y a conspirar, ni siquiera se trata de una conspiración, es un daño colateral.
Y todo empieza (y acaba) en los medios de comunicación. Hablamos mucho del poder de las redes sociales, pero lo cierto es que seguimos bajo el imperio de los medios tradicionales. Prensa, radio y televisión, sobre todo televisión, siguen siendo nuestros referentes para tomar decisiones políticas, además no tenemos costumbre de diversificar las fuentes, de modo que es difícil que contrastemos las noticias. Pues bien, estos medios de comunicación, que al final tienen la capacidad, tristemente, de edificar opiniones y cambiar gobiernos, cual “Aló presidente”, están en manos de otras empresas
que, a su vez están en manos de otras…
No creo que tenga que explicarles que relaciones como las de Mediaset, BBVA, La Caixa, Telefónica (Atresmedia- Antena 3), PRISA (El Pais, Huffington…)e tc. se dan en todos los medios de comunicación. No todos los medios son iguales ni dicen lo mismo, pero en todos ellos están representadas, de una u otra manera, las grandes empresas que colocan en sus consejos de administración a ex-presidentes, ex-ministros, en fin, las de las puertas giratorias de las que tanto se habla ahora.
Lógicamente todas esas personas, los miembros de los consejos de administración, los presidentes y directivos que estos nombran, los altos mandos que dependen de ellos, sus mandos intermedios, etc. buscan su propio beneficio y, sobre todo, evitar su perjuicio. Quién de todos ellos estará conforme con que adquiera poder un partido que les va a perjudicar? En UPyD somos muy peligrosos. Muchas de estas personas quieren evitar que les quiten sus tasas al sol (Sí las energéticas también están en peligro), que les obliguen a devolver todo lo cobrado de más con las clausulas suelo, que les quiten sus déficits de tarifa, hay también algunos que temen que se investigue su actuación en los cargos públicos que tuvieron en etapas anteriores… Está claro, prefieren, con mucho, tener a partidos subvencionados, a políticos subvencionados que les deban favores, a los que hayan financiado, a los que hayan perdonado créditos, partidos con dueño en los que los que mandan están controlados.
Por eso es muy peligroso UPyD, por eso UPyD no debe existir, por eso no se debe hablar de UPyD ni debe aparecer en las encuestas. Sí, en las encuestas, esas que hacen empresas cuya presidenta es asesora de uno de los líderes de esos partidos, y además ex mujer de algún inefable asesor de Rato, que se fue con él al FMI y ahora cobra un millón de euros al año en una consultora.
Como se puede comprobar el entramado empresarial es inexcrutable. Pero todos buscan su propio interés y esto perjudica seriamente a la sociedad.
En los tratados de economía se habla de las pocas excepciones en las que, en una economía de mercado, debe intervenir un gobierno para corregir los fallos. Pues esta es una de ellas, bastaría con garantizar la pluralidad y la igualdad, pero no parece que eso se vaya a dar, así que sólo queda una opción, que intervenga la propia sociedad, y eso, lamentablemente, no se va a producir si seguimos con el mismo modelo de sociedad, si seguimos con ese culto a la imagen, con esa incultura mediática, con esa iniquidad inconsciente en la toma de decisiones.
Como decía aquél: “El libro ha sido derrocado para entronizar a la cultura de la imagen. Fue un proceso insensato.”
José Antonio Rueda, ex concejal de UPyD de Pozuelo