Un lector me envía un artículo que corre por Whatsapp y la Guardia Civil un tuit con una recomendación del Ministerio del Interior contra los desaprensivos
Solo he tenido un mensaje de Whatsapp pero con una recomendación muy interesante. Sin embargo, como no está relacionado con Pozuelo y sin que sirva de precedente, voy a incluir también un tuit de la Guardia Civil con un mensaje muy serio del Ministerio del Interior sobre la alarma que quieren crear los desaprensivos en estos momentos tan sensibles. Yo misma he recibido una de esas amenazas…
Tuit de la Guardia Civil :
Respuesta de Sira:
Siempre pasa igual… Siempre. Es como un resorte de cerebros enfermos. Yo he recibido un mensaje de peligro de bombas y a varios amigos también le ha llegado.
Pero no sé si es delito esto de asustar a la gente cuando hay psicosis ante una acción terrorista. Algunas veces he pensado que lo promueven los propios terroristas o sus cómplices. Hay que tener en cuenta que lo que persiguen los terroristas es causar terror entre la población. Y esta podía ser otra forma de producirlo o aumentarlo…
Recomendación de lector:
Respuesta de Sira:
Tengo poco que decir. Solo recomiendo su lectura.
Texto:
El Dr. Emanuel Tanay, nacido en 1928, judío sobreviviente del Holocausto, y conocido y muy respetado psiquiatra forense radicado en EEUU, cuando se le preguntó ¿cuántos de los alemanes eran realmente nazis?, la respuesta que dio puede guiar nuestra actitud hacia el fanatismo.
“Muy pocas personas eran nazis en verdad” dijo, “pero muchos disfrutaban de la devolución del orgullo alemán, y muchos más estaban demasiado ocupados para preocuparse. Yo era uno de los que sólo pensaba que los nazis eran un montón de tontos”.
“Así, la mayoría simplemente se sentó a dejar que todo sucediera. Luego, antes de que nos diéramos cuenta, los nazis eran dueños de nosotros, se había perdido el control y el fin del mundo había llegado. Mi familia perdió todo. Terminé en un campo de concentración y los Aliados destruyeron mis fábricas…”
Se nos dice que la gran mayoría de los musulmanes sólo quieren vivir en paz. El hecho es que los fanáticos dominan el Islam, tanto en este momento como en la historia. Son los fanáticos los que marchan. Se trata de los fanáticos los que producen guerras. Se trata de los fanáticos los que sistemáticamente masacran cristianos o grupos tribales en África y se van adueñando gradualmente de todo el continente en una ola islámica. Estos fanáticos son los que ponen bombas, decapitan, asesinan. Son los fanáticos los que toman mezquita tras mezquita.
Se trata de los fanáticos los que celosamente difunden la lapidación y la horca de las víctimas de violación y los homosexuales. Se trata de los fanáticos los que enseñan a sus jóvenes a matar y a convertirse en terroristas suicidas. El hecho cuantificable y duro es que la mayoría pacífica, la “mayoría silenciosa” es intimidada e imperceptible.
La Rusia comunista estaba compuesta de los rusos, que sólo querían vivir en paz. Sin embargo, los comunistas rusos fueron responsables por el asesinato de cerca de 50 millones de personas. La mayoría pacífica era irrelevante
La enorme población de China era también pacífica, pero los comunistas chinos lograron matar la asombrosa cifra de 70 millones de personas.
El individuo japonés medio antes de la Segunda Guerra Mundial no era un belicista sádico. Sin embargo, Japón asesinó y masacró, en su camino hacia el sur de Asia Oriental, en una orgía de muerte que incluyó el asesinato sistemático, a 12 millones de civiles chinos, la mayoría muertos por espada, pala y bayoneta.
Y, ¿quién puede olvidar Ruanda, que se derrumbó en una carnicería?… ¿Podría no ser dicho que la mayoría de los ruandeses eran amantes de la paz?
Las lecciones de la historia son con frecuencia increíblemente simples y contundentes. Sin embargo, a pesar de todos nuestros poderes de la razón, muchas veces perdemos el más básico y sencillo de los puntos:
Los musulmanes amantes de la paz se han hecho irrelevantes por su silencio. Los musulmanes amantes de la paz se convertirán en nuestro enemigo si no se pronuncian, porque al igual que mi amigo de Alemania, se despertarán un día y encontrarán que los fanáticos los poseen, y el fin de su mundo habrá comenzado. Los alemanes, amantes de la paz, japoneses, chinos, rusos, ruandeses, serbios, afganos, iraquíes, palestinos, somalíes, nigerianos, argelinos, y muchos otros han muerto a causa de que la mayoría pacífica no se pronunció hasta que fue demasiado tarde.
En cuanto a nosotros, que somos espectadores ante los eventos en desarrollo, debemos prestar atención al único grupo que cuenta: los fanáticos que amenazan nuestra forma de vida.
Y no debe permitirse.
(Lo firma la Profesora Claude Benoit, Facultad de Filología. Departamento de Filología francesa. Blasco Ibáñez 32. 46010 – Valencia – España)
Sira