Carmena abrirá las oficinas municipales de Madrid por las tardes mientras, en Pozuelo, Quislant las cerró. Pero ¿para siempre…?

La alcaldesa de Madrid Manuela Carmena ha anunciado, ayer mismo, que las oficinas municipales del Ayuntamiento de Madrid abrirán también por las tardes para facilitar que los ciudadanos que trabajan por la mañana puedan ser atendidos.
Es lo que exige, a su entender, un espíritu nuevo de servicio municipal.
Carmena dice que es «imprescindible» que los horarios «sean inteligentes», y, por lo que a ella compete, asegura que el Gobierno municipal quiere ampliar el horario presencial de las oficinas municipales, habilitando turnos de mañana y tarde atendidos por funcionarios diferentes.
Insisto, espíritu nuevo de servicio público.
En Pozuelo, la alcaldesa Susana Pérez Quislant inició la legislatura con un gesto en sentido contrario. Suprimió el servicio administrativo de las tardes de los martes.
Esto no lo entendió nadie. Ni siquiera los funcionarios. Ni siquiera la propia alcaldesa Quislant. Pero tenía que hacer ese gesto impropio para ganarse a los funcionarios, dentro de la política dadivosa con la que actúa. O actuaba. Ahora, empieza a darse cuenta de muchas cosas.
Y como se ha dado cuenta de que se lleva exactamente lo contrario (lavado de cara de funcionarios y políticos con la base del servicio público), ha empezado a replantearse la medida. Ahora, su gabinete y personal cercano ha empezado a pensar en soluciones viables para todos y volver a abrir de tarde, aunque nunca como la medida chapuza que, en su día, tomó Adrados.
¿Se convertirán esos pensamientos en disposiciones concretas?
En Primavera, hablamos.
La Piraña del Meaques