Esperanza Aguirre monta otro show esperpéntico y humillante al examinar en público a una candidata del PP a alcaldesa

(13-11-14) Hace unos días, escribí una columna sobre la dinámica en la que ha entrado Esperanza Aguirre. No es normal su comportamiento. No es normal su desaforada puesta en escena. No es normal salir a todas. A por todas. A embestir a todo. A no dejar pasar un día sin hacer algún tipo de declaración estrambótica. O para defenderse de su extraño asunto judicial. O para pedir perdón. O para justificar que ella no sabía lo de Granados. Un dislate.
No es normal, pero sus seguidores siempre han dicho de ella que es una mujer singular. Lideresa. Por el amor de Dios. Debe haber cambiado el significado de lideresa y yo no me he enterado. Pero ayer, su singularidad se pasó 14 pueblos y creo, además, que puso en ridículo al PP de Madrid de quien es aún presidenta. Yo, al menos, sentí vergüenza ajena. Pero, claro, yo no soy del PP.
Y es que nunca pensé que Esperanza Aguirre llevaría su esperpéntica puesta en escena hasta la ocurrencia de ‘examinar’ públicamente a afiliados del partido que aspiran a crecer políticamente ante una especie de Tribunal de Honor del propio partido y en plaza pública.
Creo que alguien cercano a la señora Aguirre debería decirle que así no se hacen las cosas. Que lo que hizo ayer, además de esperpéntico, es humillante. Pero, claro, quien lo hace. Quién le dice a la señora Aguirre que se está equivocando. En el PP de la Comunidad de Madrid está pasando como cuando se murió Lenin. El problema no era que hubiera muerto sino quién se lo decía al propio Lenin. A esa situación se está llegando.
Vamos a ver, señora Aguirre, eso que quiere hacer usted en toda la Comunidad y que ya ha hecho con Mariola Vargas, porque aspira a ser alcaldesa de Collado Villalba, es una patochada por mucho que piense que es una genialidad. Eso es una estupidez y, además, denigrante.
Lo único que ha demostrado usted es que la señora Vargas es una buena mujer. Incluso, se ha mostrado tan acojonada por el miedo a quedar mal ante ese tribunal de honor que cualquiera que lo haya visto la ha rechazado como alcaldesa. Pobre mujer. Yo, al menos, no quiero alcaldesas como ella para mi ciudad. ¿Qué esperaban que contestase la buena señora? ¿Acaso pensaron que diría que, en cuanto sea alcaldesa, se lo va a llevar crudo?
Y todo porque Esperanza Aguirre ha cogido una espada flamígera para purgar todos los males del PP. Y suyos. Si no fuera porque es un tema muy delicado, pensaría que la ex presidenta de la Comunidad de Madrid está tratando de acallar su propia conciencia al poner en práctica medidas tan improcedentes.
Ya sé que mi crítica no significará nada porque Esperanza tiene tantos palmeros a su alrededor para decirle que lo que ha hecho es una genialidad que, casi con seguridad, ni siquiera lo leerá pero es igual. Yo cumplo con poner su payasada negro sobre blanco.
En política, como en la mayor parte de las cosas de la vida, ya está todo inventado. Y este ardor guerrero sobre el que transita Esperanza Aguirre contra la corrupción está también inventado. Lo hacen en Estados Unidos desde hace mucho. Lo hacen los partidos políticos sobre sus candidatos y se lo hacen los propios candidatos así mismo. Pero, señora Aguirre, lo hacen en privado. Con discreción. Que nadie sepa su sufrir. No como sufrió ayer Mariola.
Los políticos, en EEUU, hacen lo que Esperanza Aguirre no hizo con Francisco Granados. Allí, en esa sociedad tan criticada, cuando uno aspira a algo en política los partidos piden informes a detectives privados. Incluso, esos mismos políticos contratan a detectives para que investiguen su propio pasado. Para que descubran, incluso, si fumaron marihuana en la universidad y ya no se acuerdan. Pero todo queda en la privacidad. Cuando hay algo que no está bien, se le dice al candidato en privado y se le aparta. Ellos mismos se apartan cuando descubren algo turbio relacionado con su pasado. Y ahí queda todo. Por supuesto, pueden seguir adelante pero ya saben a lo que se arriesgan. Pero nunca se exponen ante nadie a someterse a las pregunta de alguien nunca pasó esa prueba. Puf.
Esperanza Aguirre ha expuesto a Mariola Vargas ante su pueblo en un espectáculo bochornoso. Un show esperpéntico. Rozando lo ignominioso. Y solo para acallar su conciencia. Y eso no está bien. No, señor, no lo está.
Por cierto, ¿se someterá Esperanza Aguirre a una estupidez parecida cuando muestre su intención de ser alcaldesa de Madrid? Por favor…
Márchese, señora Aguirre.
Esta señora se cree que está por encima del bien y del mal. Se debería de haber ido hace mucho tiempo, cuando en la CAM se jugaba a James Bond con los espionajes o con más motivo cuando se destapó el nº de alcaldes implicados en Gürtel que había en la Comunidad, ya el «yo no sabía nada» con lo de Granados pues es un suma y sigue… Personas como ella, que se creen que de su asiento nadie les mueve, están muy equivocados. Pierden credibilidad dentro de los suyos, incluso dentro de los propios palmeros… no sé..que la hagan honorifica de algo, pero que deje de ir dando lecciones estaría muy bien y si aspira a ser alcaldesa de Madrid lo lleva claro, ella y su partido, y eso es algo que ve todo el mundo.
Esta señora se cree que está por encima del bien y del mal. Se debería de haber ido hace mucho tiempo, cuando en la CAM se jugaba a James Bond con los espionajes o con más motivo cuando se destapó el nº de alcaldes implicados en Gürtel que había en la Comunidad, ya el «yo no sabía nada» con lo de Granados pues es un suma y sigue… Personas como ella, que se creen que de su asiento nadie les mueve, están muy equivocados. Pierden credibilidad dentro de los suyos, incluso dentro de los propios palmeros… no sé..que la hagan honorifica de algo, pero que deje de ir dando lecciones estaría muy bien y si aspira a ser alcaldesa de Madrid lo lleva claro, ella y su partido, y eso es algo que ve todo el mundo.
Esta señora se cree que está por encima del bien y del mal. Se debería de haber ido hace mucho tiempo, cuando en la CAM se jugaba a James Bond con los espionajes o con más motivo cuando se destapó el nº de alcaldes implicados en Gürtel que había en la Comunidad, ya el «yo no sabía nada» con lo de Granados pues es un suma y sigue… Personas como ella, que se creen que de su asiento nadie les mueve, están muy equivocados. Pierden credibilidad dentro de los suyos, incluso dentro de los propios palmeros… no sé..que la hagan honorifica de algo, pero que deje de ir dando lecciones estaría muy bien y si aspira a ser alcaldesa de Madrid lo lleva claro, ella y su partido, y eso es algo que ve todo el mundo.