La misericordia del Gobierno de Pozuelo y su intencionalidad política
(23-09-14) El Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón ha sido galardonado con el Premio Cermi.es 2014, en la categoría de Mejor Acción Autonómica y/o Local. El jurado ha valorado su consideración permanente hacia la discapacidad como elemento transversal en toda su acción política y en la gestión de los servicios públicos municipales, en un marco de colaboración activa con las entidades representativas del sector. Enhorabuena.
El Premio Cermi lo concede, además, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI). Mejor aún. Otro premio más que recompensa la labor del Gobierno del Ayuntamiento. Pero normal. El Gobierno del Ayuntamiento de Pozuelo vive para la misericordia. O eso da a entender con todas las iniciativas que acoge, protege o promueve. Es normal que se le premie.
Hoy mismo, son noticia en Pozuelo, aparte de este premio, la firma de un convenio con una fundación para poner en marcha un taller de terapia con animales para personas con enfermedad mental y una carrera en pro de los derechos humanos allende los mares y no sé qué más.
El 70% de las noticias que salen del ayuntamiento están relacionadas con personas discapacitadas, con colectivos en algún peligro de exclusión o en defensa de situaciones desesperadas o desfavorecidas en cualquier lugar del mundo. Cosa que, insisto, me parece muy bien.
El problema es que, a veces, da la sensación de que este Gobierno solo trabaja para ello y que la alcaldesa no hace otra cosa que firmar convenios con organizaciones e instituciones nacidas para solucionar problemas. Insisto, en que no tengo nada en contra de esta política misericordiosa, aunque la verdadera misericordia lleva consigo, en su propia definición, la discreción y eso aquí brilla por su ausencia. La propia espiritualidad franciscana las unía de una manera indisoluble. Incluso, el propio Evangelio. “Cuando tú hagas obras de misericordia, no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha” (Mateo 6, 1-4).
El Gobierno de Pozuelo de Alarcón, en cambio, no hace otra cosa que publicitarlas. Como si tuviera necesidad de decirle al mundo que es misericordioso.
Pero no soy yo quien debe dar a nadie lecciones de amor al prójimo ni nada por el estilo. Traigo todo esto a colación por su intencionalidad política, que es la que me interesa. Y es que creo, sinceramente, que esta misericordia del Gobierno de Pozuelo no es más que una barrera política defensiva.
El Gobierno de Pozuelo se esconde, una y otra vez, bajo esas firmas de convenios. No quiere entrar a la realidad diaria de la ciudad y huye a parapetarse detrás de ellas. Hay mil temas que tratar en Pozuelo. Hay mil temas a los que responder. Hay mil hechos sobre los que tomar medidas pero el Gobierno de Pozuelo se esconde siempre bajo la firma de convenios misericordiosos. Con ellos, se cubre las espaldas. Es de primero de política: desviar la atención de los ciudadanos con hechos. En este caso, con hechos benefactores.
De paso, claro, se tapa la boca a la oposición. ¿Quién va a ir en contra de un convenio que quiere poner en marcha un taller de terapia con animales para personas con enfermedad mental? Nadie. Sería de insensatos.
Este Gobierno no quiere darse cuenta que con tanta filantropía lo único que consigue es hacerse trampas en el solitario. Aparenta que es su labor total cuando, en buena lid, nunca debería ir más allá del 5% de su actividad. Porque esa misericordia sólo es una pequeña parte de la concejalía de la señora Beatriz Pérez Abraham, Tercera Tenienta de Alcalde, titular del Área de Gobierno y Gestión de Familia, Asuntos Sociales, Mujer, Educación, Sanidad y Consumo y Concejala de Familia, Asuntos Sociales y Mujer.
¿Qué pasa con el 95% de la actividad de este Gobierno? ¿No existe? Hay 15 concejalías más. Harán algo, se supone.
¿Qué está pasando con la oposición a la hora de exigir otro tipo de información? ¿Sólo puede hablar en los Plenos? ¿Con hablar en los plenos se consideran cumplidos? No lo sé.
¿Es que no existen medios de comunicación en Pozuelo para, al menos, exigir en ellos esa información? No lo sé tampoco.
Sólo sé que no hay día que no se denuncie alguna situación anómala en este pueblo y que el Gobierno la dé por amortizada a los 17 segundos. Como si no hubiese pasado. Política de Avestruz. En boca cerrada no entran moscas. Miedo, en cualquier caso, a los problemas. Que nadie sepa mi sufrir. Omertá. Firmemos otro convenio solidario.
Estoy convencido de que, en el Gobierno, hay quien piensa que ando cabreado como consecuencia de la poca respuesta que tienen los hechos que se denuncian en esta web. La soberbia y la falta de talento derivan siempre en ese tipo de pensamiento.
Aún así, se equivoca quien lo piense. A mí me da igual. Me basta con denunciar los hechos. Lo considero una obligación. Lo que se haga después es responsabilidad del Gobierno.
Pero si, por ejemplo, este diario demuestra que en Pozuelo se conculcan las ordenanzas municipales y el Gobierno no contesta siquiera que lo va a estudiar, quiere decir que admite la conculcación. Y eso, aunque no lo crea, es un error político de principiante que terminará trayéndole consecuencias imprevisibles.