La estúpida lucha electoral entre Ignacio González y Cristina Cifuentes que enfadó a Mariano Rajoy

(22-09-14) Siempre se dijo que, en política, había amigos, compañeros, adversarios, enemigos y miembros de un partido en precampaña electoral. Por ese orden. Y el ejemplo de lo mal que se llevan algunos miembros de un partido en precampaña electoral lo tenemos en la estúpida lucha, de la semana pasada, entre Ignacio González y Cristina Cifuentes que, según fuentes cercanas a Génova, ha enfadado seriamente a Mariano Rajoy.
Y es que estas luchas internas siempre suelen ser de puertas a dentro. No con luz y taquígrafos. Y esta vez lo fue. Y no está el PP ni la Comunidad de Madrid ni España para que dos personalidades del Partido Popular se enfrenten, políticamente y algo más, en los medios de comunicación y, además, mediando graves descalificaciones entre ellos. Y, menos aún, siendo consecuencia de algo que ocurrió en 2011, gobernando Zapatero y Rubalcaba. Es esperpéntico.
La ridícula lucha entre Cifuentes y González partió al recordarse por un medio de izquierdas el supuesto maltrato, en 2011, a un inmigrante en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche. El agredido, de nacionalidad colombiana, denunció amenazas y malos tratos de los agentes que le escoltaron hasta el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde fue deportado.
Nada más conocer los hechos de oídas, González se precipitó, jugando electoralmente, e hizo unas declaraciones muy poco afortunadas: «Me imagino que la Delegación de Gobierno tendrá que dar las explicaciones correspondientes y clarificar cuanto antes esto». Se arrojó a la piscina pero no había agua. Las prisas, ay, las prisas.
La respuesta de Cifuentes llegó por Twitter para “puntualizar” que los hechos “ocurrieron en mayo de 2011, siendo ministro del Interior Rubalcaba y delegada del Gobierno Dolores Carrión, ambos del PSOE”. Al mismo tiempo, alegó que, en cualquier caso, no era competencia suya ya que los CIES son competencia del Ministerio del Interior y que, además, el asunto “está siendo investigado por un Juzgado de Instrucción de Madrid”.
La desairada situación en qué dejó la respuesta a González no debió sentarle bien y mandó a Salvador Victoria, consejero de Presidencia, Justicia y Portavoz del Gobierno, contestar a la Delegada del Gobierno.
Y Victoria contestó y echó leña al fuego. Se vino arriba y dijo: «hay políticos que parece que no tienen ningún tipo de competencia y que nada les afecta». La lucha adquiría matices políticos muy graves y el PP se veía obligado a intervenir. No podía consentir algo tan torpe.
Cifuentes ya no contestó. Era una lucha estúpida que estaba quebrando asuntos importantes. Mariano Rajoy se mostró muy enfadado. Y Génova mandó parar. No quería, de ninguna manera, que Madrid se desmadrase en un momento político tan delicado. Sólo le faltaba al PP una lucha interna electoral en Madrid y entre cargos institucionales en medio de las situaciones tan delicadas por las que atraviesa España. Traerá consecuencias.
El ansia de Ignacio González por conocer su designación como candidato a la Presidencia de la Comunidad le había vuelto a jugar una mala pasada. Demasiados errores van ya. Hace tiempo que lo vengo diciendo. Parece que el Presidente de la Comunidad sigue sin darse cuenta de que en el PP no hay primarias para hacer campaña personal y que la elección de candidatos la hace el partido.
Muchas gracias por su colaboración. Saludos
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