¿Es necesario que José Mercé pase un mal rato en la balconada del Ayuntamiento viejo?

(05-09-14) Es tradicional, en Pozuelo de Alarcón, que las fiestas patronales que se celebran en honor de Nuestra Señora de la Consolación arranquen con el pregón de un invitado de postín. Mañana, sin ir más lejos, la personalidad elegida es el grandísimo cantaor José Mercé. Un honor para este pueblo.
Pero, tal y como está montado este acto principal, lo único que se consigue es que el personaje invitado pase un mal rato. Al público que se suele reunir en la Plaza del Padre Vallet no le interesa nada de lo que diga el pregonero. Le da lo mismo que sea José Mecé o Víctor García de la Concha. Pasan. Los miembros de las ‘divertidas’ peñas de Pozuelo están locos por la música y sus charangas no dejan de tocar y dar la vara. Lo que quieren es que aquello acabe pronto y que den comienzo las fiestas. Lo demás no importa. Les da igual. Y si, encima, la megafonía es horrorosa, como en los últimos años, el pregón se convierte en un esperpento que lo único que consigue es que todos los asomados de la balconada pasen un mal rato por la falta de respeto que se produce hacia el pregonero.
Ya sé que la horterada es de lo más tradicional en este pueblo, pero ¿a nadie se le ha ocurrido hacerlo de otra manera para evitar el bochorno y darle algo de categoría al pregonero y prestigio al pregón? ¿No se podría montar algo que hiciese que los vecinos (no peñistas) quisieran presenciar el pregón porque lo da alguien que tiene cosas que decir y quieren oírlo con respeto?
Posiblemente, José Mercé se haya estado preparando el pregón con cariñó porque lo quiera hacer bonito. Y, seguramente, querrá explicar por qué le gusta vivir en Pozuelo, pero ¿qué le van a dejar decir ‘las divertidas’ peñas? Nada. Me imagino que terminará cantando un párrafo del discurso por bulerías y se irá diciendo ¡Vaya tela…! como buen andaluz.
Creo que ya va siendo hora de que las cosas se hagan de otra manera en Pozuelo. Hay que hacer algo por lo que los pozueleros se sientan orgullosos de su pregón y que las personalidades de toda España quieran venir a darlo porque sea prestigioso para ellos.
¿Tan difícil es hacer que el Pregón sea un acto de prestigio que, por ejemplo, se lleve a cabo en el MIRA TEATRO, con su pequeña liturgia, y que el pregonero sea una gran personalidad que venga a darnos un pregón magistral? En Pozuelo, sin ir más lejos, viven muchas grandes personalidades. No sería necesario buscar muy lejos…
Y que luego, al rato, la alcaldesa subiese a la balconada del viejo Ayuntamiento con el invitado, que se diesen un baño de ‘divertidos’, se hiciesen las fotos y, a quien le correspondiese, que dijese que comienzan las fiestas o lo que quieran decir. Sería muy fácil y al público allí reunido les parecería bien.
Pero parece que a este Gobierno no le gusta apostar por el Prestigio. Le va la horterada y el olor a panceta.