El corredor de la muerte, en Pozuelo, se llama Gürtel
(10-06-14) No hace mucho lo dije en este mismo blog. El caso Gürtel me parece una injusticia. Lo repito. No hay derecho a tener durante seis años a un pueblo como Pozuelo de Alarcón en “el corredor de la muerte” del prestigio y la honradez porque una vez tuvo un Alcalde que era un desastre y creyó que todo el monte era orégano. ¿O era orgasmo? Hace tanto tiempo que ya no lo recuerdo bien.
Pero la cosa sigue. ¿Hasta cuándo va a durar esta espera en ese corredor en el que se encuentra Pozuelo sin comerlo ni beberlo?
Dicen en Estado Unidos que la peor pena de los condenados a muerte no es la propia muerte en sí sino el tiempo de espera que pasan en el corredor a que se produzca la hora cero. Y más duro, digo yo, será cuando el condenado sabe que es inocente. Como es el caso de Pozuelo.
Porque este pueblo es inocente de toda aquella sinvergonzonería pero, como en el caso de los condenados a muerte en USA, sigue esperando a que un juez ‘abarcacasos’ decida terminar la instrucción de éste y dé paso al juicio oral. Un juicio, por cierto, que apenas tendrá ya nada que castigar. Bastante castigo llevan algunos ya con su exclusión social. Con el tiempo, Gürtel se ha convertido en sinónimo de apestado. Y lo peor es que algunos serán inocentes.
La sentencia, cuando se produzca, dirá que ciertas cosas pasaron en Pozuelo. Pero a Pozuelo ya le dará igual porque este pueblo, para entonces, habrá recibido un largo castigo de Telediario. El peor. El más cruel porque se ha producido en juicios sumarísimo y sucesivos durante la tira de años. Y es que, pese al esfuerzo que se está haciendo, cuando se habla de Pozuelo siempre contestan haciendo referencia al Gürtel. Pozuelo es el Pueblo del Gürtel. Malhaya la hora.
Desgraciadamente, el prestigio de este pueblo que se ido deshilachando en toda esta eterna instrucción. Día a día. Hora a hora. Y sin posibilidad de defensa. Esperando a que el juez Ruz decida terminar la instrucción. Qué injusticia. Este juez no debe recordar ya que la prontitud en ejercer la justicia es uno de sus pilares. (Creo que se estudia en primero de Judicatura).
Ahora, otra vez, Pozuelo ha vuelto a sufrir otro envite injusto y ha dejado un nuevo girón de prestigio entre tanta zarza seca. Esta vez ha vuelto a los medios por culpa de un tal Leopoldo Gómez Gutiérrez, el ingeniero. El tipo ha sido imputado por Ruz en el caso pero en todos sitios se le ha nombrado como El ingeniero de Pozuelo. Toma del frasco, Carrasco.
Yo entiendo que el juez quiera atar todos los cabos del caso. Que no escape nadie al brazo de la ley. Pero eso es imposible. No podrá abarcarlo todo. Seguro. Y, al final, el brazo de la ley terminará siendo el brazo tonto de la ley. Como en Torrente. Y los grandes culpables terminarán yéndose de rositas. Y a otros casos parecidos de instrucciones concienzudas y eternas me remito.