En Pozuelo, el pueblo de la Calidad de Vida, se producen apagones del siglo pasado
(10-03-14) Siglo XXI. Pozuelo de Alarcón. El Pueblo de la Calidad de Vida. Marzo de 2014. Sobre las cuatro de la tarde. Recuerdo que era jueves. Unas gotas de agua, dicen que de una obra en el piso de arriba, cayeron sobre el centro de transformación de electricidad de Iberdrola de una calle céntrica del pueblo y se produjo un corte de luz que duró cinco horas, cinco. Como pasaba en los años 50 del Siglo XX.
Posiblemente, haya gente que no lo crea. Que diga que eso es imposible en el Pozuelo de la Calidad de Vida. Que este pueblo es la pera limonera y aquí esas cosas no pasan… Que lo oyó decir en el último Pleno del Ayuntamiento cuando una concejala de la oposición propuso una moción en la que pedía que se hiciese un Plan de Rehabilitación del Centro de Pozuelo y el Grupo Popular se lo negó porque estaba todo perfecto. Que estoy contando una milonga.
Pero no es una milonga, sino algo muy grave. Y sucedió en la calle Reina Mercedes del centro urbano de pueblo. Y, como consecuencia de ello, un buen número de calles de alrededor y, por supuesto muchos vecinos, se quedó sin fluido eléctrico durante 5 horas, 5, insisto.
Y no había manera de arreglarlo. Y las horas pasaban. Y los operarios de la compañía eléctrica, cuyo presidente dice en Londres que no le gusta España porque el Gobierno no le deja abusar de sus clientes, sin saber qué hacer para arreglar la avería. Y la tarde avanzaba. Y los alimentos de neveras empezaban a tener problemas. Y la gente bajaba a la calle. Y la policía llegaba y aguantaba el tirón. Y Twitter ardía con comentarios de todo tipo sobre el tema, algunos irreproducibles. Y los técnicos de la compañía antiespañola se enfadaban en público porque este tipo de transformadores no deben estar en los bajos de las viviendas y en Pozuelo hay varios. Y no se atrevían volver a ponerlo en marcha por el peligro que tenía.
Y la gente en la calle se iba enfadando más porque empezaba a anochecer. Y mucha se preguntaba en voz alta por si un apagón parecido se podría dar en La Finca. O en Monte Alina, por poner dos ejemplos. Solo ponían esos dos ejemplos.
Y la policía municipal seguía aguantando el tirón. Y los técnicos de la compañía del presidente antiespañol pensaron que lo mejor era conectar grupos electrógenos desde la calle para dar suministro. Que vengan los bomberos. Y los bomberos llegaron. Y se quejaron también de que el trasformador estuviese en los bajos de una vivienda. Pero no podían hacer nada. Necesitaban que alguna autoridad asumiera la responsabilidad de poner en marcha los grupos electrógenos. ¿Hay alguna autoridad localizable? ¿A estas horas? Difícil. Sólo estaba allí Tono Rueda, un concejal de la oposición con poco mando. ¿Dónde está Andrés Calvo Sotelo? Pero Andrés, que es el concejal de obras, ni estaba ni se le esperaba. Y la gente se desesperaba aún más. Era de noche. Linternas. Velas. Olor a cera. Mi congelador se está descongelando. Mi cocina es eléctrica y no puedo preparar la cena. Uno de un bar clamaba al cielo.
Por fin, dicen, Gerardo Sampedro, por control remoto, dio la orden de poner en marcha los grupos electrógenos y se dio servicio. Eran las 9 de la noche. Noche cerrada de boca de lobo e irresponsables.
No sé hasta dónde llega la responsabilidad municipal en este desastre. Supongo que no será mucha. Un accidente es un accidente. Pero, sí tiene una responsabilidad política diferida por mantener esos transformadores en lugares inadecuados. La política no está sólo en inaugurar sino también en conservar. Quien quita la ocasión, quita el peligro.
¿Tanto cuesta hacer un estudio y, como consecuencia del mismo, un plan de rehabilitación de las viejas zonas del pueblo como el que se rechazó en el último Pleno? Las armas las carga el diablo y se terminan disparando. ¿Para qué sirve el superávit?
Por cierto, ¿tiene el Ayuntamiento algún protocolo establecido para casos como estos? No fue un apagón normal ¿Es que los concejales ni siquiera se enteraron por Twitter?
Pufffff…