Pozuelo tiene que ser Hollywood y el MIRA Teatro su Teatro Kodak
(05-02-14) Andaba yo, esta mañana, deleitando mi paladar con unos churritos con azúcar cuando leí una noticia que casi me atraganta. Cáspita, que decía un viejo cura del internado en el que estudié, ahora va a resultar que es verdad el rumor que me soplaron el otro día por la plaza vieja. Me dijeron, Capi, el Ayuntamiento se va a poner las pilas con el MIRA Teatro, aunque debo reconocer que no me lo creí. Llevo tanto tiempo pidiendo que se convierta en el Bolshoi del Noroeste de la Comunidad de Madrid que me parecía imposible. Es más, hace meses que lo di por perdido. Pero es verdad. No se pueden imaginar lo mal que lo pasé hasta que pude engullir el churrito atravesado. Pero mereció la pena el ahogo si la señora Adrados se ha dado cuenta de lo que puede dar de sí un palacio de la cultura como es ese edificio que, además, está ubicado en un lugar privilegiado de Pozuelo.
Al parecer, en este primer paso (supongo), el MIRA Teatro va a dar cine gratis los domingos por la tarde. Bien. Por algo se empieza. Según la concejala de Cultura doña Isabel Gema González, “Domingos de Cine consiste en la proyección de una película cada dos domingos, durante los meses de febrero, marzo y abril”.
Ese es un Pero típico de Pozuelo. Pero ¿por qué sólo dos días al mes? ¿Por qué no todos los domingos? O se hace o no se hace. La cadencia semanal es básica para acostumbrar a los espectadores. Malo es si ya empezamos por tener que averiguar si este domingo toca o no toca. Ese es un mal principio de marketing. Pero no debo ser tan quisquilloso. Se ha empezado y se ha empezado. Alabemos la idea.
Dice la noticia que los títulos de las películas han sido seleccionados buscando tanto la calidad de las cintas como la capacidad de atraer al público, dedicando cada uno de los tres meses a un tema concreto. Bien.
Sería la milk, insisto, si los vecinos cogiesen la costumbre de echar la tarde de todos los domingos yendo al cine. Y no quiero contar si, encima, el MIRA Teatro recuperase la sesión continua y, al menos, pasasen la película dos veces.
Y es que Pozuelo es la ciudad del cine y tiene que notarse. Lo llevo diciendo años. La señora González lo recordó en su intervención al presentar la iniciativa junto al director Fernando Méndez Leite (se desconoce que hace en la foto la señora Pérez Abraham). En Pozuelo está la Ciudad de la Imagen, los cines Kinepolis, distintas cadenas de televisión, bastantes productoras audiovisuales y la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid (ECAM). Y, dentro de nada, estará también en Pozuelo la nueva sede de la Filmoteca Nacional. No hay quien dé más.
Si es que Pozuelo parece Hollywood y el MIRA Teatro su Teatro Kodak. Aprovechémoslo.
Anacleto, no me jodas, ¿churros en Madrid? Dónde estén las porras, que se quiten los churros. Y sin azúcar, que luego viene el colesterol y la madre que lo parió.
Aún recuerdo mis desayunos en la cantina del CIR núm. 1, en Colmenar Viejo, años ha, tomando un estupendo café con leche con porras…
Sí, serví a la Patria, y es una de las cosas de las que estoy más orgulloso en mi vida. Un año al servicio de España, cobrando quinientas pesetas al mes, es decir, tres euros (al mes, repito).
Anacleto, no me jodas, ¿churros en Madrid? Dónde estén las porras, que se quiten los churros. Y sin azúcar, que luego viene el colesterol y la madre que lo parió.
Aún recuerdo mis desayunos en la cantina del CIR núm. 1, en Colmenar Viejo, años ha, tomando un estupendo café con leche con porras…
Sí, serví a la Patria, y es una de las cosas de las que estoy más orgulloso en mi vida. Un año al servicio de España, cobrando quinientas pesetas al mes, es decir, tres euros (al mes, repito).
Anacleto, no me jodas, ¿churros en Madrid? Dónde estén las porras, que se quiten los churros. Y sin azúcar, que luego viene el colesterol y la madre que lo parió.
Aún recuerdo mis desayunos en la cantina del CIR núm. 1, en Colmenar Viejo, años ha, tomando un estupendo café con leche con porras…
Sí, serví a la Patria, y es una de las cosas de las que estoy más orgulloso en mi vida. Un año al servicio de España, cobrando quinientas pesetas al mes, es decir, tres euros (al mes, repito).