A vueltas con el corto ‘El paraguas de colores’ y Pozuelo
(08-01-14) Andaba yo mirando la lista de los nominados a los premios Goya 2014 cuando, en la categoría de Cortos de Ficción, me encontré con ‘El paraguas de colores’. Y, como es natural, ante esta nueva distinción para un corto rodado en Pozuelo de Alarcón, me puse muy contento. Un corto rodado en Pozuelo iba, nada más y nada menos, que a aspirar oficialmente a ser el mejor corto del año del cine español. Una pasada. Marketing impagable.
Y, como suele pasar en estos casos, me fui al ordenador y volví a verlo. Es fantástico. Apuesto a que ganará. Pero, (siempre hay un ‘pero’ en Pozuelo) cuando intenté reconocer a este pueblo en él, fui incapaz. No reconocí a Pozuelo en ningún plano. Pozuelo no estaba en el corto. El film se había rodado en este pueblo pero este pueblo no aparecía en el corto.
Y entonces me acordé de la Concejalía de Cultura y de Nicolás, ese genio de asesor que tiene la concejala, y de cómo, en un alarde de soberbia, pasó del rodaje como se suele pasar de una deposición canina en un parque cualquiera. Y, claro, ante tanta dejadez, es normal que no aparezca ni un solo plano reconocible de Pozuelo en la película. Ni siquiera los títulos de crédito dicen que se rodó en este pueblo. Marketing al Sanecam.
Una pena. Doble, en este caso. Porque, a la pena por la oportunidad perdida para el pueblo, se une la pena de que nadie del pueblo pueda quedar de cine paseando por la alfombra roja…
Y anda que como gane…