¿Y con la todopoderosa Coordinadora General Pilar Garrido qué hará Paloma Tejero?: Su pasotismo e indiferencia son también causantes de “cacao maravillao” del Ayto

La alcaldesa Susana Pérez Quislant, en su afán por darse importancia, un día le lloró a su inefable amiga Isabel Borrego sobre la necesidad de tener un Coordinador General para que, bajo dependencia directa de ELLA misma, como manda el ROGA, llevase la dirección de los servicios comunes del Ayuntamiento, y velase por el funcionamiento coordinado y eficiente del conjunto de órganos directivos…
La Borrego, buena amiga pero más amiga de que le debiesen favores, le recomendó a un tal Augusto González. Y Quislant lo nombró sin dilación. Augusto era un tío muy bueno profesionalmente pero más raro que un perro verde y, claro, aunque al principio la alcaldesa le dio todo el poder del mundo e, incluso, le subió la pasta, pronto se cansó de él…
Siempre le pasa…
Total que lo ninguneó en su línea habitual y Augustito se fue después de llorar por todos los despachos del Viejo Convento. Fue cesado en vísperas de Nochebuena de 2017.
Pero el cargo se había quedado libre. Y era muy goloso. Una perita en dulce, que se dice, porque, en teoría, todo pasaba por su despacho…
Y llegó esta legislatura en 2019 y el ex ministro Rafael Catalá, pozuelero de Montegancedo, que quería hacerle favores a Quislant (pobrecita, siempre llorando) y ya le había recomendado a una jefa de prensa llamada Almudena Murillo (una buena profesional que trajo de Cuenca) aprovechó la ocasión y le recomendó a Pilar Garrido, que había sido su jefa de gabinete y concejal de Pozuelo, para el cargo de Coordinadora general.
Catalá también quería que Quislant le debiese algún pequeño favor… No por nada malo, solo porque en política los favores están al cabo de la calle…
El caso es que con la llegada de Murillo y de Garrido, las malas lenguas empezaron a hablar del “Poderío Conquense”, en contraprestación del “Murcian Power”, que, en teoría ,se había montado con gente cercana a Teodoro García Egea como Paquito Melgarejo y Carmen Fuster…
Pero Catalá no contaba con lo insoportable que es Quislant y Almudena Murillo se fue desesperada y con una depresión de caballo. Total que el “Poderío Conquense” empezó a decaer. Solo quedaba Pilar Garrido, una mujer con un currículo ejemplar y conocedora de Pozuelo (empezó mandando más que un capitán general), pero que, viendo el desastre que se avecinaba con los caprichos de Quislant, fue entrando en el pasotismo y la indiferencia…
Y entró del todo. Hace años que no le pega un palo al agua pese a lo que dice el ROGA en su artículo 65 A:
“A fin de dar cumplimiento eficaz a las competencias atribuidas, el coordinador general convocará periódicamente a los directores generales y órganos directivos orgánicamente dependientes de aquel, con objeto de coordinar la actuación administrativa de las distintas unidades de la Administración municipal”.
Está muy bien lo que dice el ROGA pero, en la realidad, es que el coordinador general de facto era el Vicealcalde Eduardo Oria y Pilar Garrido se dedicó a verlas venir… Llevándose una pasta gansa, como debe ser… No he conseguido averiguarlo (da error el excell) pero por encima de los 80.000 euros, que era lo que cobraba Augustito.
Pero, claro, ahora que el Ayuntamiento del Gran Pozuelo de Alarcón es un caos y desde hace tiempo nadie coordina la actuación administrativa de las distintas unidades de la Administración municipal, ¿qué responsabilidad tiene Pilar Garrido en el desastre…?
Y la pregunta del millón de euros es: ¿Qué hará Paloma Tejero con ella?
La respuesta es sencilla… Debe mandarla de nuevo a la Administración Central o Autonómica (que no sé muy bien a cual pertenece) aunque le quede lejos La Finca…
Y debe hacerlo si no quiere que entre ella, Oria, Cerrillo y toda esa tropa de saltimbanquis agradecidos que hay en el Ayuntamiento se la coman con patatas…
Amén.
El Capitán Possuelo