La utilización de los nueve Falcon y Airbus a disposición del Gobierno ha sido cuestionada en numerosas ocasiones y sigue centrando la polémica por la campaña del presidente Pedro Sánchez a bordo de estos aparatos. El uso abusivo de esta flota de aviones VIP y para trayectos cortos, que perfectamente podrían realizarse con otros medios de transporte, supone un gasto excesivo y un importante impacto en el medio ambiente. Solo entre marzo de 2021 y el 2 de mayo de 2023, el Ejecutivo, pero también la Casa Real, han realizado 3.135 viajes, prácticamente cuatro por día.

En todos estos trayectos, la República Dominicana ha sido un destino preferente y estos aviones han aterrizado en al menos 27 ocasiones en esa isla en apenas dos años. Los destacamentos militares de La Romana —un centro turístico con numerosos resorts—, Boca Chica —a 30 kilómetros de Santo Domingo—, San Pedro de Macorís o Miches —un paraíso natural rodeado de playas— han sido algunos de los destinos elegidos.

Sin motivo aparente

Por tanto, la República Dominicana se ha convertido en el segundo país fuera de la Unión Europea más visitado, solo después de Estados Unidos, durante los dos últimos años, si bien en la mayoría de ocasiones se desconoce el motivo de los viajes a ese país caribeño. De lo que sí se tiene constancia es que el pasado marzo, coincidiendo con la Cumbre Iberoamericana, se realizaron dos viajes en Airbus a Santo Domingo. Uno partió de Madrid y otro desde Portugal, según recoge la web falcondespega. A la cumbre, además de Sánchez, que estuvo acompañado por su mujer, acudió Felipe VI —no le acompañó la reina Letizia— y también el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.

Solo en nueve meses de 2021 —entre marzo y diciembre— los Falcon y Airbus del Gobierno desembarcaron en 11 ocasiones en Santo Domingo, procedentes de Portugal, Colombia, Madrid, Costa Rica, Panamá y República de El Salvador. Mientras, en 2022 se produjeron 14 desembarcos, con procedencias similares.

Desde marzo de 2021 —fecha en la que empieza el seguimiento— el país caribeño se ha convertido en el destino clave del Gobierno, solo por detrás de Estados Unidos, un país que fue visitado por la ministra de Igualdad y la cúpula de su ministerio el pasado junio en un viaje cuya finalidad fue duramente cuestionada.

El presidente elige de forma habitual e incluso para desplazamientos cortos, algunos de apenas media hora, los cinco Dassault Falcon 900. En total, en solo dos años han realizado 2.109 vuelos. Mientras, los dos Airbus A310 y los dos A330 han hecho 1.026 desplazamientos entre el 1 de marzo de 2021 y el 1 de mayo de 2023.

El viaje en Falcon de Irene Montero

Además de los desplazamientos del presidente en avión en trayectos de media hora, la ministra de Igualdad también ha estado en el punto de mira. El polémico viaje a Nueva York de la ministra y su séquito, eje de una gira centrada en el feminismo y el empoderamiento, fue justificado por el Gobierno como una «obligación institucional», con tiempo más que suficiente para hacer turismo. En total, fueron 9.000 euros —sin el coste del avión—, según reconoció el ministerio en una respuesta en Transparencia.

El viaje de la ministra y tres personas de su equipo supuso un desembolso de 4.414 euros en alojamiento, 3.757 euros para traducción, 502 euros por el concepto de transfer, 222 euros para manutención y 19 euros para atención protocolaria. El avión de la ministra —un Falcon 900— partió de Madrid el 28 de junio con destino a las Azores (Portugal), país al que llegó de madrugada. El coste de este trayecto, según ha comprobado THE OBJECTIVE, supone 3.400 euros solo en combustible.

La gira de Igualdad

Apenas una hora después de ese 29 de junio, el avión partió de las islas portuguesas con rumbo a la Base Militar de Andrews (Maryland), lugar en el que descansan los Air Force One del presidente de Estados Unidos. El trayecto supone más de cinco horas y media y su coste ronda los 6.400 euros. Ese Falcon —el T 18-3— se desplazó de Maryland a Nueva York el día 30, lugar en el que se pudo ver a la ministra y su séquito disfrutando de su tiempo libre. El trayecto, de apenas 400 kilómetros, implica un gasto en combustible de 1.200 euros.

El Falcon de la ministra de Igualdad también se desplazó a Canadá. Lo hizo el 1 de julio de 2022 y el destino fue la base de helicópteros situada en Halifax County, Nueva Escocia. El coste, otros 2.000 euros. Ese mismo día partió hace la Base Aérea de Torrejón. El coste estimado por cada hora de uso del avión —no solo combustible— supone 5.600 euros, lo que supondría que la 15 horas de vuelo del viaje a Nueva York y los desplazamientos interiores rondó los 85.000 euros.

(Gentileza de The Objetive-Enrique Morales)