La alcaldesa Susana Pérez Quislant es un personaje de tesis doctoral. Es un caso único de político menor que llega a lo más alto de la administración municipal sin tener idea de nada y, además, teniendo toda la mala milk (que diría Vicky) del mundo. Es más, creo que es un personaje malévolo y rencoroso, políticamente hablando, claro.

Lo ha demostrado durante dos largas legislaturas y hay pruebas más que sobradas. Bastaría con entrevistar a la gente que ha estado a su lado o que, incluso, está…

Pero, como no hay mal que cien años dure y estando más calada que una sandía manchega en junio, le llega su hora. Y a ELLA le ha llegado. Ha vivido 8 años como la cigarra del cuento y ahora va a pagar tantas alegrías…

Pero, como es un personaje político pérfido, ha montado una venganza (en forma de herencia envenenada) para castigar a su sucesor, a Isabel Díaz Ayuso y a Pozuelo.

Susana Pérez Quislant, con la sumisión de la Oposición y la colaboración necesaria de Ciudadanos, va a aprobar el lunes, en Pleno Extraordinario, unos Presupuestos Generales 2023 del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón imposibles. Porque imposible será recaudar 128,5 millones de euros en un año… Imposible. Lo diga Quislant o su marido.

Si, en 2022, será imposible (salvo que venda el Viejo Convento y ya no le da tiempo) recaudar 115,5 millones de euros (114 para Ayuntamiento) que producirán un déficit galopante por mucho que se intente cuadrar a martillazos (lo veremos, aunque no antes de las elecciones de mayo), en 2023, será más imposible aún generar una recaudación de 128,5 millones de euros (127 para el Ayuntamiento).

Son unos Presupuestos manifiestamente maliciosos y temerarios.

Y, como será imposible recaudar ese dinero (y ELLA lo sabe como sabe que en 2022 también será imposible) y conociendo su manera política de actuar, estoy seguro de que esa cantidad está elegida aposta ya que solo gobernará tres meses. Luego, hasta las elecciones, todo será una Administración Ordinaria, salvo que haga trampas y la castigue la Junta Electoral, lo que será otro escándalo.

A la alcaldesa Quislant le trae sin cuidado el déficit de 2022 (cuando se sepa ya estará fuera de Pozuelo) y mucho menos el 2023 porque a saber dónde estará… Pero es seguro que donde esté se descojonará… Y pensará, «tenéis vuestro merecido, marditos roedores»:

-Su sucesor (posiblemente Enrique Ruiz Escudero aunque yo me sigo jugando cafés a que no será) por el simple hecho de serlo…

Y quien sea bien se puede atar lo machos porque va a debutar con un déficit de aúpa… Salvo que en septiembre, si tiene mayoría, convoque un Pleno Extraordinario para modificar esta barbaridad de presupuesto.

Y, si no tiene mayoría absoluta, que plantee una Cuestión de Confianza con arreglo al artículo 197 bis de la LOREG (Ley Orgánica del Régimen Electoral General) y que modifique el este presupuesto manifiestamente aventurero.

-Isabel Díaz Ayuso por no haberla nombrado candidata y por ser la culpable de la caída en desgracia (poca para lo que se merece) del olvidable Teodoro García Egea. No se lo perdonará nunca.

-Y Pozuelo porque va a meter a esta ciudad en un déficit y en una deuda jamás conocida como castigo por no haber entendido nunca su “manera de gobernar” a base de voces, feos y Whatsapp.

El problema es que la Oposición (todos menos Cs) asistirán al aquelarre del Pleno Extraordinario. Harán su crítica, acallarán su conciencia, quedarán bien con Madrid y se irán satisfechos a tomar un café a Suri. Qué más da, la mayoría de sus miembros no estará en la próxima legislatura.

Pero sus palabras le habrán entrado a la Emperaora y al Tenazas por un oído y les saldrán por el otro. Y lo peor de todos es que engordará cada uno un kilo de pura satisfacción y gozo…

No deberían entrar al Pleno. Deberían ausentarse y convocar una rueda de prensa con los medios de comunicación de Madrid y montarle a esta pareja de políticos menores (que vinieron a Pozuelo de relleno) un pollo escandaloso.

Solo por si a Ayuso le queda alguna duda sobre su destino… Que se le quitase de golpe…

Amén

El Capitán Possuelo