Contracrónica de la insufrible tortura de tragarse media hora de Mónica García hablando y las puntualizaciones escritas (propias de teatro leído) de la insólita Alejandra Jacinto
Los debates de la Asamblea de Madrid en general y los del estado de la Región en particular son una especie de gimnasio en el que la presidenta Isabel Díaz Ayuso hace punching ball con la desordenada e inaudita oposición de la extrema izquierda.
Escuchar a Mónica García, la Médica y Madre de Más Madrid, es una provocación. Su media hora de discurso de ayer en la Asamblea de Madrid fue una especie de ametrallamiento de frases inconexas, incoherentes y atropelladas. Como si no se hubiese preparado el discurso y, como recurso, se lanzase a decir centenares de eslóganes para el ‘clickbait’ en redes sociales. No hablaba para la Asamblea y, mucho menos, contra Ayuso, hablaba para ‘cibercebar’ a sus votantes.
Alguien le debió decir que lo importante es interesar a las redes sociales pero como no tiene gracia ni habilidad para la oratoria terminó por convertir su discurso en un amasijo de letras.
Creo que ni siquiera terminó hablando para los votantes de Más Madrid. Y mucho menos, desde luego, para captar nuevos votantes. Nadie pudo retener ni una sola idea de las propuestas de esta excedida señora.
Pero si el discurso de la Médica y Madre de Más Madrid solo fue una especie de esparrin dispuesto a recibir todo tipo de golpes de Ayuso, el discurso de Alejandra Jacinto, esa ascendente estrella podemita (en el país de los ciegos, el tuerto es el rey), fue el acabose…
Algún cultureta de su equipo le puso puntualizaciones en las frases al estilo de los textos del teatro leído y, según iba leyendo, iba haciendo muecas…
Los apuntes de interpretación que le pusieron a la portavoz de Podemos eran: “Sonrisilla socarrona”…”Muy molesta en tu actitud”…”Y más enfadada aún”
La representante morada pudo leer su intervención durante un plazo de 15 minutos, con esos apuntes incluidos entre paréntesis, para que su discurso fuera más expresivo en una cita política tan importante.
Como es muy mala actriz, se le notó demasiado…
Alejandra Jacinto empezó contando su conversación con un taxista, que le trasladó desde la Asamblea hasta su casa, que le manifestó su malestar con Isabel Díaz Ayuso:
“Lo último que me dio fue un mensaje para usted que, comprenderá, no lo voy a reproducir literalmente, por motivos obvios…”.
En este punto, Jacinto tenía una anotación en mayúsculas que apuntaba en mayúsculas: “CON SONRISILLA SOCARRONA”, que la podemita no dudó en mostrar sin convencer.
Faltó fuerza expresiva cuando fue el momento de hablar de educación: “Madrid es la capital europea de la enseñanza privada”, y eso que el apunte era: “MUY MOLESTA EN TU ACTITUD”. No fue creible.
O cuando fue el momento de hablar del alto precio de la vivienda:
“No ha hecho nada . Bueno sí, poner en marcha las dos medidas que usted llama estrella y yo le digo que más que estrellas son estrelladas: el famoso plan Vive, 0 viviendas construidas y le aseguro que van a seguir siendo 0 cuando acabe la legislatura”. En este momento, la consigna era: “MÁS ENFADADA AÚN”. No fue verosimil.
Lógicamente, ambas portavoces de la extrema izquierda se lo pusieron muy fácil a Isabel Díaz Ayuso, que se limitó a darles más que a una estera..
Juan Manuel Sánchez