«No vamos a perder el tiempo, ni malgastar nuestras energías en batallas estériles, en confrontaciones absurdas, en iniciativas fracasadas, en gasto inútil que despilfarra el esfuerzo de los ciudadanos». Así se ha pronunciado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en su discurso con motivo de las celebraciones del 2 de mayo.

Ayuso ha afirmado que Madrid es «España abierta y pujante, moderna y solidaria». Además, ha definido a la Comunidad como «tierra de acogida y casa de puertas abiertas para todos los que vienen a bridarle su esfuerzo y talento». La presidenta ha afirmado que, desde su Gobierno se «niega la confrontación ideológica en la Educación la familia, entre sexos, el campo y las ciudades». «No fabricamos clases sociales», ha añadido.

Además, Ayuso ha asegurado que Madrid es el «refugio de los que han perdido la libertad» en referencia a la acogida de las víctimas de Ucrania. «Se ha dicho que, por muchas puertas que se nos cierren, siempre nos quedará en Madrid una puerta que no se le cierra nunca a nadie: la Puerta del Sol», ha añadido.

La presidenta regional ha recordado que «la Guerra de Independencia fue una hazaña de la que Julián Marías llamó la ‘España real’, uno de los escasos momentos de la Historia en la que ‘España oficial’ falló y no estuvo a la altura»

«La Historia trae una lección a la España y al mundo de hoy: el verdadero fracaso viene cuando se cede ante el terror, la mentira, el totalitarismo, o la injusticia, hasta que la confrontación o la ruptura de la convivencia se hacen inevitables», ha pronunciado en referencia a la situación actual.

«Así nacieron las dos Españas, y la discordia: el negarse a convivir con el que piensa diferente, en no poder soportar al que piensa distinto. Pero nace también la esperanza de la llamada Tercera España, la que piensa que el único enemigo verdadero es el enfrentamiento entre compatriotas», ha añadido.

Para Ayuso, «celebrar este 2 de mayo con esta nueva mirada, española y abarcadora» de toda la Historia es «un buen antídoto para desactivar las maniobras de los odiadores profesionales de España».

La presidenta ha finalizado su intervención asegurando que «está comprometida con la libertad», cuyo secreto «quizá esté en seguir el consejo de Gracián: Nunca perderse el respeto a sí mismo. Madrid se respeta a sí mismo y por eso respeta a todos», ha culminado.