Esta es la genuina alcaldesa Susana P. Quislant: Presume de que Pozuelo vuelva a ser la ciudad con menor tasa de criminalidad de Madrid y se carga al Jefe de Policía Municipal que lo logra
Ayer se hizo público que el municipio de Pozuelo de Alarcón ha vuelto a tener la menor tasa de criminalidad de la Comunidad de Madrid
Según los datos que presenta el ‘Balance de Criminalidad’ del Ministerio del Interior correspondiente al pasado año, la localidad pozuelera se sitúa con la tasa de 28,33 delitos, por cada millar de habitantes lo que la convierte en la mejor de la Comunidad. Una cifra, dicho sea de paso, que se empieza a acercar a aquellos viejos tiempos en los que Pozuelo era siempre la ciudad más segura de la Región madrileña…
Recuerdo que, en broma y desde esta misma columna por aquella época, le decía a Paloma Adrados que tendría que contratar delincuentes para que cubriesen el expediente porque íbamos a tener resultados de seguridad ciudadana negativos y no serían creíbles…
Después, vino Susana Pérez Quislant y todo se fue a pique. Tanto, que ya la broma no tenía lugar. Pozuelo terminó convirtiéndose en el paraíso del hurto de teléfonos móviles, en donde las viviendas de las urbanizaciones eran atracadas por bandas de criminales y en la ciudad en la que los coches eran trasladados de lugar sin el permiso de los dueños…
Todo consecuencia de que la Policía Municipal de Pozuelo no era un cuerpo de seguridad serio ya que terminó pareciéndose al Ejército de Pancho Villa y con los sindicatos manejando la barca a su antojo…
Aquello era una especie de merienda de subsaharianos de color tirando a oscuro o algo así…
Un buen día y con El Correo de Pozuelo criticando a diario la esperpéntica situación que nos contaban los propios agentes desde dentro, la alcaldesa Quislant cesó a la responsable de la Policía Municipal (Sonia Rodríguez) y nombró como nuevo jefe a Francisco Ugena, inspector del propio cuerpo y hombre conocedor de la ciudad y de todo lo que sucedía dentro del cuartelillo de la calle San Juan de la Cruz. Un gran acierto y así lo dijimos aquí.
Las mismas fuentes que me informaban del desastre me contaron entonces que para aceptar el cargo, Francisco había puesto una serie de condiciones. Entre ellas, el reforzamiento de la plantilla con jefes intermedios ya que no se habían cubierto las bajas por jubilación; que la alcaldesa respaldase las duras medidas que tendría que tomar (entre ellas, la de poner a muchos policías a trabajar); mejorar los equipos técnicos y, lógicamente, que se le compensase económicamente la dedicación exclusiva que, a partir de aquel momento, le iba a suponer el trabajo de jefe…
El caso es que como la alcaldesa Quislant no está acostumbrada a que le pongan condiciones a sus ofertas de trabajo ya que considera que los ofertados deben besar por donde ELLA pisa, la cosa se torció…
Le contestó que sí porque Susana Pérez Quislant siempre dice que sí. Falsa como un Judas de chocolate. Después, la cosa pasa al Príncipe de las Tinieblas y las promesas terminan escribiéndose en una barra de hielo…
Le sentó tan mal que Ugena le pusiese unas mínimas condiciones para asumir aquel desbarajuste que ELLA lo marcó. Y pasó a ser un proyecto provisional lo que se pensó definitivo. A Quislant no le gusta este tipo profesional de gente y siempre se la guarda… Lo ha hecho docenas de veces…
Tan es así que el cambio de jefatura de Policía Municipal se hizo sin alharaca. De hecho, ni siquiera se publicó una mini reseña sobre la toma de posesión. Pero a Ugena no le importó. Según todas mis fuentes, es tipo “feo, fuerte y formal”, como en la canción de Loquillo, y no llegó a la jefatura para presumir ni para hacer amigos.
Pero las cosas empezaron pronto a cambiar. Y empezó a meter en cintura a los “bienpagaos”. Y los buenos profesionales (que los hay) empezaron a sentirse policías otra vez y comenzaron a tirar del carro… Y la delincuencia se dio cuenta. Y los delitos bajaron. Y la vieja seguridad ciudadana empezó a aflorar de nuevo… Pero…
Pero en Pozuelo siempre hay un Pero…
Y el Pero era la Cruz de San Andrés que Quislant había puesto encima de su nombre por no haber sido sumiso… Y la barra de hielo en la que el Príncipe de la Tinieblas (hasta ahora conocido por El Tenazas de O Grove) se empezó a derretir… Y aunque le decían que tuviese paciencia, las promesas apenas se cumplían… Y Pablo Gil (cada día más acalambrado a causa de su futuro), me cuentan, solo le daba largas…
Y la paciencia de Ugena empezó a resquebrajarse. Me dicen que se estaba quitando la vida y los resultados de seguridad ciudadana llegaban… Y lo certificaba el Ministerio del Interior. Pero las promesas ya solo eran vapor de agua de una barra de hielo derretida…
Y un día dimitió. Dijo que estaba cansado de incumplimientos y que se volvía a su puesto de inspector en el cuerpo. Nosotros lo supimos y lo publicamos.
Pero a ELLA le dio igual. Que se vaya y aprenda a ser sumiso. A Quislant solo le importa su ego. Y Ugena es de otra pasta y se irá un día de estos. No sé cuándo. Lo sabré pronto. En cuanto pueda hablar con él.
Es igual, en cualquier caso. Ya es igual. Francisco Ugena es profesional y ha cumplido con su obligación. Lo demás no cuenta.
Pero traigo toda esta historia a colación para que, una vez más, lo pozueleros conozcan la soberbia, frialdad y capricho de una mujer que hace ya mucho tiempo perdió el oremus pero que sigue siendo su alcaldesa…
Supongo que contestará a este articulo diciendo que ELLA no lo he echado, que Francisco ha dimitido. Lo hace siempre. La Lista de Pérez ya lleva casi sesenta despidos contabilizados pero siempre se van ellos. Quislant no quiere que quede reflejado esa obscena estadística. Incluso, será capaz de decir que se va porque quiere cobrar más y no hay dinero. Y lo dirá sin pudor la manirrota mayor del Reino.
Pero todo sería igual si, al menos, tuviese la decencia de no presumir de la seguridad ciudadana de Pozuelo… Porque si es así, no es precisamente por ELLA. Más bien al contrario.
Y el tiempo me dará la razón…
El Capitán Pozuelo
PD.: