¿Cómo será el nuevo PP de Madrid de Ayuso y cuál será su repercusión en el PP y en el Gobierno de Pozuelo?: Preguntas tontas y alguna respuesta para solazar la Semana Santa

No digo que vaya a ser exactamente así. No quiero ser pretencioso. Solo diré que es muy posible que vaya a pasar así. A mí, desde luego, me gustaría. El PP de Pozuelo de Alarcón está agotado y necesita una renovación total. Su decadencia, en estos últimos años, ha sido tal que es irreconocible.
Es más, si hubiesen seguido los presuntos delincuentes que lo dirigían el PP nacional, hubiese desaparecido. Jamás se vio tanta torpeza, tanta irresponsabilidad y tanto autoritarismo (propio de necios) en Pozuelo.
Ahora, Alberto Núñez Feijóo ya ha puesto fecha al congreso del PP en Madrid (20 y 21 de mayo) que tanto negaban los olvidables. La nueva dirección nacional del PP ha entendido rápidamente la importancia de renovar los órganos del partido madrileño y no dilatarlo más.
Se acabó la pesadilla aunque no debería olvidarse. En política, el olvido siempre tiene consecuencias.
Pero ¿cómo será el nuevo PP de Madrid de Isabel Díaz Ayuso y cuál será su repercusión en la Agrupación del PP y en el Gobierno de Pozuelo?
Vayamos por partes, que diría Jack El Destripador…
Empezaré diciendo que el 4 de mayo del año pasado supuso un chute de ilusión para el PP y ahora hay que trasladar esa ilusión a cada pueblo para afianzar de nuevo al partido. O, tal vez, mejor habría que decir que hay que recuperar al partido en cada pueblo primero y, después, devolverles la ilusión.
Hace unos días, la presidenta Ayuso ya dio algunas pistas del proyecto que quiere liderar al frente del PP en la Comunidad de Madrid.
De entrada, fulminar al dinosaurio Pío García Escudero, presidente desde que Cristina Cifuentes dimitió de todos sus cargos y dejó la política, y a la pija Ana Camins, posiblemente, la principal conspiradora contra Isabel. Se sentía protegida por Pablo Casado y elegida, por tanto, para la gloria y tiene fama de ser vaga como la chaqueta de un guarda.
Mandada la parejita a casa, Ayuso tiene pensado un PP de Madrid completamente renovado. Se acabaron los mamoneos.
Incluso, aseguró: «Elegiré a los mejores y no buscaré cuotas territoriales, quiero hacer el mejor equipo para renovar la casa y para ofrecer un proyecto de amplias mayorías. No se trata tanto de buscar devolver favores como de tener a un gran equipo».
Sin cuotas territoriales. Sin tener que devolver favores. Maravillosos principios políticos para regenerae el partido.
La estructura del partido de Madrid, por otra parte, será reducida y «ágil, cercana, moderna, nueva, ilusionante, que conecte con la sociedad civil».
Una de las novedades que pretende impulsar Ayuso pasa por crear una oficina de Atención al Ciudadano:
«Sí que quiero darle una amplia representación a los ciudadanos en el equipo, me gustaría que hubiera una oficina que tuviera mucho que ver con la participación, me gustaría que la atención al ciudadano sea una pata fundamental».
Algo, dicho sea de paso, que el PP de los chulitos había olvidado totalmente. Y en Pozuelo, incluso, se había convertido en una pesadilla para los vecinos.
Y esto, ¿cómo va a repercutir en la Agrupación del PP de Pozuelo?
Repercutirá en todo. La actual directiva la tiene abandonada. Le costará poco cargárselos a todos. Presidente, incluido. Enrique Ruiz Escudero no ha estado a la altura. Y que nadie venga a decirme que ese abandono se ha debido a la pandemia. La pandemia fue muy dura en 2020 pero en 2021 se le podía haber dedica algo más de tiempo al PP de esta ciudad. Siquiera para pedir responsabilidades a la manirrota alcaldesa de Pozuelo Susana Pérez Quislant en el Comité Ejecutivo…
Siquiera para exigirle explicaciones por los déficits y por las ventas de patrimonio de los pozueleros ha llevado a cabo para financiar sus caprichos.
Pero Enrique le tenía miedo. Supongo que miedo a la influencia que Quislant tenía en Casado y Egea. Y el presidente de la Agrupación pepera y consejero de Sanidad no quería problemas. Nunca se sabe. Su carrera siempre ha sido un poco porque “nunca se sabe”…
Se avecinan nuevas elecciones en la Agrupación y nuevo Comité Ejecutivo en el PP de Pozuelo. Pronto.
¿Y cuál será la repercusión de todo esto en el Gobierno de Pozuelo que encabeza Susana Pérez Quislant?
En el Gobierno pasará lo mismo que en la Agrupación. No quedará ni un solo concejal… Empezando por la “casado-egeista” Susana Pérez Quislant. Por serlo y por la pésima gestión que ha llevado a cabo durante dos largas legislaturas en las que se ha dedicado solo a beneficiar su carrera político-personal y a intercambiar “cromos” para colocar a su marido o para buscar una puerta giratoria para ELLA.
Pozuelo de Alarcón va camino de la nada con su gestión. Ocho años perdidos.
Y, brevemente, porque ya habrá tiempo de retratarlos uno por uno, terminar estas consideraciones con los diez concejales restantes:
Eduardo Oria está nominado a que lo larguen por mediocre, sibilino y hacer de cabo de vara de la alcaldesa. Implacable. Y por mentir en su currículo.
Paquito Melgarejo está nominado a que lo larguen porque nunca debió venir. Y menos enchufado directamente por Teodoro García Egea e Isabel Borrego.
Pablo Gil está nominado a que lo larguen porque ya vale. No se puede estar 20 años de concejal y no haber hecho nada. Es un prodigio de la nada.
Mónica García Molina está nominada a que la larguen porque ya vale también. También lleva 20 años viviendo de los impuestos de los vecinos y ni siquiera se ha dignado a vivir en esta ciudad.
Almudena Ruiz Escudero está nominada a que la larguen porque hace tiempo que tendría que haber dimitido y haberse dedicado a la enseñanza. Ya vale de ser por ser la “hermanísima” y solo por eso.
Victoria Wharrier está nominada a que la larguen porque es concejala como consecuencia de un intercambio de cromos con el Ayuntamiento de Madrid y eso, con Ayuso, se ha acabado.
Eva Cabello está nominada a que la larguen aunque todo indica que está arrepentida de haber creído a Quislant. No habrá problema porque ni siquiera está afiliada al PP.
David Rodríguez está nominado a que lo larguen por su bien. Para que compruebe el frío que hace fuera de la política y aprenda que en la calle no basta con hacer la pelota para ganar el dineral que gana.
Luis Magide está nominado a que lo larguen por inútil. Jamás hubo en Pozuelo un concejal tan inservible. Nunca debió ser concejal.
Ana María Rodríguez está nominada a que la larguen porque su mérito para ser concejal ha sido aguantar los bajones de la alcaldesa y ser buena amiga. Pero sirve para poco. Está a punto de ser record de España de errores en el BOCM.
Volveremos sobre estas nominaciones, ya pormenorizando las hazañas de cada uno, para darle argumentos a los responsables del nuevo PP de Madrid…
No debe repetir ni uno…
Amén.
El Capitán Possuelo