El Gobierno se gastó 335.000 euros de los Fondos Europeos en mejoras en el palacio de vacaciones de Pedro Sánchez, adjudicando la obra, además, sin concurso público
El Gobierno de España, a través de un organismo público como Parques Nacionales, ha dedicado dinero procedente de los Fondos Europeos, legalmente dedicados a rescatar la economía española, a rehabilitar, pintar y hacer más cómodo el lugar de vacaciones favorito de Pedro Sánchez, el palacio de Las Marismillas, en Doñana.
Así consta en la documentación oficial a la que ha accedido El Debate tras meses de investigación, donde se registra un gasto de más de 335.083 euros a mejorar el «hotel» al que el presidente acude cada verano con su familia y amigos, sin dar cuentas de su actividad privada en un edificio público pese a las resoluciones formales del Consejo de Transparencia que ya le han obligado a ello, sin ningún éxito.
El presupuesto dedicado por el Gobierno a hacer más cómodo el Palacio procede del llamado Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), la herramienta dependiente de los Fondos Next Generation de la Unión Europea creada para rescatar a los países que, como España, vieron hundirse su economía por la pandemia de coronavirus.
Dichos fondos no incluyen entre sus destinos la reparación de palacios vacacionales, tal y como precisa el propio Gobierno, a través del Ministerio de Hacienda, dando detalles de cuáles son sus cuatro fines:
«El MRR tiene cuatro objetivos principales: (1) Promover la cohesión económica, social y territorial de la UE. (2) Fortalecer la resiliencia y la capacidad de ajuste de los Estados Miembros. (3) Mitigar las repercusiones sociales y económicas de la crisis de la COVID-19. Y (4) apoyar las transiciones ecológica y digital. Todos ellos van dirigidos a restaurar el potencial de crecimiento de las economías de la UE, fomentar la creación de empleo tras la crisis y promover el crecimiento sostenible».
Sin embargo, una parte de un dinero que ya está bajo sospecha por el sistema de gestión elegido por Sánchez, ajeno a una oficina presidida por una autoridad como en otros países europeos y centralizado en la propia Moncloa, se dedicó a algo bien distinto, sin reparar en gastos tan desmedidos con más de 25.000 euros solo en mejorar el solárium donde el presidente y su mujer, Begoña Gómez, probablemente disfruten de los atardeceres estivales de Doñana.
La excusa de la «biodiversidad»
Parques Nacionales, organismo autónomo que se encarga de la gestión de Las Marismillas y depende del Ministerio de Transición Ecológica, ha justificado la reforma alegando que servirá para «para facilitar su utilización (…) por potenciales usuarios y visitantes, su gestión y su uso público, y pretenden corregir situaciones que son consecuencia de un déficit de inversiones de mantenimiento de estas infraestructuras provocado por las dificultades presupuestarias que el Organismo arrastra desde hace casi una década y que impiden usos potenciales que podrían generar una mayor actividad en el entorno comarcal».
Además, esgrime sin demasiado pudor que el epígrafe de «Conservación y restauración de ecosistemas y su biodiversidad», del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), es el que justifica el enorme gasto, alegando que uno de los objetivos del dinero de Bruselas es «alcanzar un buen estado de conservación de los ecosistemas mediante su restauración ecológica cuando sea necesaria, y revertir la pérdida de biodiversidad, garantizando un uso sostenible de los recursos naturales y la preservación y mejora de sus servicios ecosistémicos».
Una «restauración ecológica» que pasa por reparar los tejados y fachadas del palacio; arreglar puertas, cristaleras y balcones; pintar los interiores y las fachadas del complejo; además de reformar el solárium del que puede disponer Sánchez, entre otras obras, cuyo coste total presupuestado asciende a 335.083,13 euros.
Pero si se baja más al detalle de la obra, hay elementos llamativos como que, solo en pintura, el Gobierno se ha gastado un total de 46.371,50 euros, sin contar mano de obra, o que el coste total de la restauración de los miradores del Palacio asciende a 25.725,19 euros.
Sin olvidar los 23.544,53 euros destinados a la reforma integral del solárium, que consiste en la sustitución de puertas normales por puertas correderas, la instalación de una segunda puerta con contraventana y la remodelación de una parte del techo.