Cuaderno electoral: Mientras Pedro Sánchez gobierna con la foto de los golpistas y la sangre, advierte que «PP y Vox quieren formar el gobierno de la plaza de Colón el 4 de mayo»

El presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez entra de lleno en la campaña electoral madrileña con la presentación de la lista que encabeza Ángel Gabilondo.
Sánchez ha advertido que «el PP y Vox quieren formar el gobierno de la plaza de Colón el 4 de mayo» (como si eso fuese algo malo mientras él gobierna con la foto de golpistas, la sangre derramada y comunistas de otro tiempo) y por eso ha pedido que no se permita que «continúe gobernada por el extremismo».
El presidente ha pedido «evitar que Madrid salte a las noticias como la primera región gobernada por los ultras». Para ello, llama a movilizarse a «todos los progresistas» para evitar «esa otra pandemia ultra» y que Madrid «se convierta en rehén de la ultraderecha».
Pedro Sánchez ha advertido, eso sí, que tras las elecciones harán falta pactos pero estos se harán siempre rechazando los extremos: «Quien quiera estar en el Gobierno de Gabilondo debe renunciar al extremismo».
Ante un Gobierno madrileño que se ha presentado, cree Sánchez, como «víctimas de todo y responsables de nada», el presidente de España ofrece para Madrid «un horizonte de estabilidad fiscal los dos próximos años» -lo más cerca que ha estado en su discurso de prometer no subir los impuestos-, vacunación y recuperación económica a la par; fondos europeos; e iniciativas concretas como las ayudas directas a la hostelería.
No se puede tener más cara dura.
Y después de ser el muñidos de las mociones de censura (Madrid también estaba en el paquete) asegura que la intención de las elecciones adelantadas por Díaz Ayuso es «completar el giro extremista del PP para pactar con la ultraderecha».
En contraposición, señala a la figura de Gabilondo, al que acompaña «la fuerza de los valores» y que será el encargado de «recuperar Madrid». Estar al lado del PSOE, dice el presidente del Gobierno, es estar «del lado correcto de la historia».
Y lo dice quien ha puesto en marcha la campaña más bronca de la democracia.
Gabilondo ha insistido en esas dos ideas fuerza:
Por un lado, él como modelo de moderación frente a la bronca y el ruido de la política, que «Madrid no se merece».
Y, por otro, un plan de cinco puntos «para gobernar en serio con un equipo serio»: él sí ha hablado de «no tocar la fiscalidad», y también de evitar extremismos, de volcarse en la vacunación, de recuperar económicamente la región y con proyectos concretos. «Hemos sido sistemáticamente los líderes de la pandemia», ha lamentado.