Una afiliada del PP de Pozuelo se lamenta que las luchas internas por conseguir la Presidencia de la Agrupación estén impidiendo cumplir con la búsqueda de firmas contra la Ley Celáa

No me ha resultado fácil tomar la decisión de escribirle, no soy mucho de poner en un papel lo que pienso, pero creo que es la mejor solución que tengo para “protestar”.
Estos últimos días estoy comprobando a través de las redes sociales como desde otras sedes municipales y de distritos del Partido Popular, al que sigo perteneciendo, se están instalando mesas informativas en las que se recogen firmas de los ciudadanos para protestar por ese engendro de nueva ley de educación que quiere aprobar el Gobierno de España.
Una ley que, desde mi punto de vista, ataca frontalmente el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos. Una ley que va a conseguir disminuir el nivel de formación de los alumnos. Y una ley que va a impedir que cada niño reciba pueda tener acceso a un tipo de enseñanza que sea la mejor, en función de sus especiales características.
Estoy completamente convencida de que en Pozuelo son muchas las personas que están en contra de esa nefasta ley y que no tendrían ninguna duda en añadir su firma para mostrar su descontento con la actuación de este gobierno.
Por eso, lo que me tiene totalmente sorprendida es qué, desde la sede local de mi partido, del Partido Popular de Pozuelo, no se esté haciendo nada en ese sentido. Ni me ha llegado información acerca de la intención de colocar esas mesas ni las he visto por ningún sitio.
Podrá darse como excusa la epidemia por la que atravesamos, pero esa situación es la misma en otras partes y no ha impedido que se coloquen.
¡Y ya no sé qué pensar!
No sé si es que la puesta en marcha de la ley no preocupa a la sede de mi partido o es que están más ocupados en otras cosas. De verdad, no lo sé.
Lo que me niego a aceptar es que determinadas luchas internas por hacerse con el mando de la sede de Pozuelo estén dificultando su normal funcionamiento. Tendríamos que estar dando la cara en la calle, al lado de nuestros vecinos y, en vez de hacerlo, dejamos que sean otros los que tomen la iniciativa y nos coman el terreno.
Las peleas internas por dirigir la sede del PP de Pozuelo no pueden dificultar, sino ya impedir, el normal funcionamiento que deberíamos tener. Las bicefalias, según me ha ido llegando, no son del agrado de alguna, pero es lo que hay.
Sé que este escrito no va a servir para mejorar las cosas, pero, al menos, sí para expresar mi descontento con la situación que, estoy convencida, también comparten otros muchos.
Pepera Pozuelera