NORAY, el fajador impenitente, vuelve a robar el aire a sus competidores para imponerse por segunda vez en el Gran Premio Román Martín en el Hipódromo de la Zarzuela
Fajador impenitente, NORAY, propiedad de Enrique León, también su entrenador, ha ganado sobre una pista pesada el Gran Premio Román Martín, prueba que ya estaba en su palmarés pues ya cruzó su meta en 2018 en primera posición. Montado por Ignacio Melgarejo, un tanto acelerado, el caballo marcó en el doble kilómetro 134.62 segundos, un tiempo discreto pese al estado del piso.
Cuando LEGIONARIO -10.2- tomó la cabeza del grupo nada más empezar la carrera, NORAY -3.5- pasó a su lado como una exhalación mientras le susurraba “Llevas paso de cabra, no de legionario, fíjate y aprende”. Dicho y hecho, hasta la meta. El pobre hijo de “Toronado” que intentó seguirle acabó a unos 40 cuerpos del ganador.
Al llegar la carrera a su recta final, Gelabert nota que a LEGIONARIO comienza a fallarle el motor y se abandona. Entran en acción la doble representación de la Rocío y del preparador Arizkorreta, EMINENCE -7.0- sobre el que viene muy exigente Janacek, y NAVIA -7.5- sobre la que “hormiguita Grosjean” intenta pescar algo.
El tándem se lanza a tumba abierta y parece que tienen a tiro a NORAY, pero a falta de 200 metros el ácido láctico comienza a aumentar con la demanda de energía muscular, ninguno de los dos perseguidores va a completar la caza. El macho termina mejor que la potra, que quizás sienta la dureza de su temporada. NORAY, ladrón de aire, va a ganar.
SALLAB -8.4-, del que ya avisábamos en su última que venía mejorando y que trataría de doblar victoria en esta prueba que ya ganó el pasado año, llegó al terreno de la verdad en último lugar y con escaso gasto de oxígeno. Pues desde ahí lo pone en acción Mario Fernández y el caballo agradece su poco gasto en el recorrido para rematar ahora como un bólido.
Pero ya es tarde. NORAY ya está en la meta, y Melgarejo mira victorioso hacia la tribuna cuando SALLAB cruza el espejo a su izquierda, medio cuerpo detrás.
Defraudaron totalmente MY FLINDERS a la que la distancia, con la circunstancias agravante del exigente paso le pasó factura, y sobre todo ATTY PERSSE, del que se esperaba bastante más después de su segundo en el reciente Memorial y después de que su tariner Ch. Delcher, un tanto eufórico, declarase que los 2.000 metros eran su distancia ideal y que el hijo de Frankel estaba mejor que nunca. ¿Se ahogó en el barro?
NORAY es el caballo que todo propietario sueña con tener. Duro como el pedernal y no exento de calidad. Su propietario y preparador, Enrique León, debe estar orgullosísimo de haber adquirido y modelado semejante obra de arte. A sus ocho años, 15 victorias sobre 44 intentos, casi un 35% de efectividad. Grande, grande.
Y más de 355.000 euros en premios, lo que supone 7.954 euros por salida a pista.
El Gentlemen