Magnífico hilo de Juan Caminante en Twitter sobre la dejación voluntaria del Congreso de sus obligaciones y responsabilidades y lo que hizo el parlamento británico en la II Guerra Mundial
La aprobación del estado de alarma de 6 meses por parte del congreso es una dejación voluntaria de obligaciones que pasa por encima de nuestra constitución, del sentido común y, lo que es más importante, de la responsabilidad de los diputados hacia sus votantes. Hilo va.
¿Para qué sirve un parlamento en una crisis? Respondamos a esta pregunta analizando lo que sucedió en el parlamento de una democracia asentada durante una de las peores crisis de toda la historia de la Humanidad: El parlamento del Reino Unido durante la segunda guerra mundial
El parlamento del Reino Unido declaró la guerra a Alemania el 1 de Septiembre de 1939, tras la anexión de Austria, Checoslovaquia y, finalmente, Polonia por parte de la Alemania de Hitler.Durante estos tristes acontecimientos, el Primer Ministro de UK era el Sr. Neville Chamberlain
- La Segunda Guerra Mundial no va bien para los aliados. El parlamento de UK lanzó una moción de no confianza contra Chamberlain. La perdió.
El Parlamento promueve al Sr. Winston Churchill al puesto de Primer Ministro con el apoyo de una coalición de los partidos Conservador, Liberal y Laborista.
El Sr. Churchill crea un gobierno con ministros de esos partidos, incluyendo al líder del partido laborista Sr. Attle.
Desde 1940 hasta 1942, UK pasó por un calvario en solitario, encadenando múltiples fracasos militares: Dunkerque, derrotas en el norte de África, desbordamiento en Asia por los ataques japoneses (Singapur, Mar de Java, hundimiento del Prince of Wales). La guerra no va nada bien.
Pero eso no impide al parlamento continuar su control al ejecutivo. En Enero de 1942, el Gobierno planteó una moción de confianza, que ganó.
En Junio de 1942, Churchill tuvo que defenderse de una moción de censura. Se escucharon frases como “Usted gana debate tras debate, pero pierde batalla tras batalla”.
Finalmente ganó por 475 votos contra 25.
¿Qué se hacía en el parlamento?
Vigilar cómo aplicaba el gobierno las medidas especiales destinadas al esfuerzo de guerra: La incautación de bienes, el racionamiento, enviar los niños fuera de las ciudades, el bombardeo de población civil enemiga….
De todo eso tuvo que dar cuentas el gobierno día a día desde 1939 hasta 1945.
6 años de guerra.
6 años de control.
Semana a semana.
La casa de los comunes fue restaurada tal y como era, pero con un detalle: El arco de entrada se reconstruyó utilizando las mismas piedras dañadas que antaño lo formaban. Cada vez que los parlamentarios del Reino Unido acceden hoy a su sala de debate ven esas piedras.
Cayeron al suelo y fueron puestas en su sitio de nuevo. Hoy les recuerdan la sagrada responsabilidad que asumieron sus antecesores y que hoy recae sobre sus hombros.
Pero volvamos ahora a nuestro Congreso de los Diputados.
Nuestra Constitución regula con precisión el control del legislativo al ejecutivo cuando éste aplica medidas excepcionales: Estado de Alarma, de Excepción y de Sitio.
La pasada semana nuestros representantes votaron en contra de lo que la constitución señala. Renunciaron a su obligación de control del ejecutivo. ¿para evitar qué? Nadie lo sabe.
Mientras el Sr. Presidente abandona la sala, el resto de partidos aprueban por mayoría absoluta dar carta blanca al Ejecutivo durante 6 meses, renunciando a su responsabilidad de control.
¿A cambio de qué?
Nuestros representantes prefieren acudir a cenas de sociedad antes que exigir cuentas quincenalmente al gobierno.
Valoran más lo que se diga mañana en la televisión o en las redes sociales que actuar con base a su promesa hecha a los votantes. Consienten activamente en vulnerar la Constitución, con la excepción de VOX y Foro de Asturias, que son los únicos que salen bien parados.
Concluyo:
Quien no cree en el imperio de la ley, no cree en el estado de derecho.
Quien no cree en el estado de derecho, no cree en la democracia.
Quien cree en la ley y en la constitución a veces sí y a veces no, es que realmente no creyó nunca ni en la una ni en la otra. Y por tanto, tampoco en la democracia.
Así son los que hoy nos gobiernan.
Gentileza de @JCaminanteC