A propósito de la ultima quislantada: ¿Por qué la alcaldesa Quislant (PP) quiere cargarse la idea cultural e inspiradora ‘Pozuelo, Ciudad de la Música” y dos concejales estólidos la siguen? (III)

La alcaldesa de Pozuelo Susana Pérez Quislant es un personaje singular. Ni es política ni es gestora ni es nada. Es una cenicienta de la política a la que su hada madrina tocó con una varita mágica y convirtió en princesa. Pero Pozuelo de Alarcón no es lugar para una iresponsable a quien le tocó la alcaldía en una tómbola.
ELLA llegó a Pozuelo rebotada de la gestión de una agrupación madrileña (no era política) y en Pozuelo no supo aprender. Se mueve a golpe de capricho y es sumamente influenciable debido a su debilidad intelectual y cultural. Todo lo arregla a voces y es incapaz de pensar a medio y largo plazo.
Quislant no es esa persona que siente pasión por aportar ideas que intenten la transformación de la ciudad… Ni siquiera es una gestora capaz de aplicar las mejores soluciones a las ideas políticas, aunque sean de otro.
Suele pasar.
La alcaldesa de Pozuelo, a causa de su debilidad intelectual, siempre juega a la defensiva y puede hacer una cosa y la contraria sin solución de continuidad. Todo por miedo. Sabe de su debilidad.
Y esa debilidad le lleva a dejarse influenciar en cuanto alguien se acerca a su oído y le sopla algo que quiere escuchar… Su gestión caprichosa durante ya cinco años demuestran lo que digo…
No tiene criterio propio y es fácilmente influenciable. Basta con saber hacerlo. Y en Pozuelo hay quien sabe hacerlo…
A la alcaldesa de Pozuelo le gusta aparentar que manda. La vieja erótica del poder. Pero en ELLA adquiere una dimensión estratosférica… Y en Pozuelo hay quien sabe ponerla a cien…
ELLA solo necesita que le digan “MATA” para matar. Siempre políticamente, claro.
Y alguien se lo ha dicho.
Y se lo ha dicho un lobby que existe en Pozuelo Centro que domina todo lo relacionado con asociaciones y que, de una forma u otra, toca todos los palos… Lobby, por cierto, que se cree descendiente de La Pata del Cid pozuelero pero que, además de poder, la cosa le repercute grandes cantidades de dinero en subvenciones.
¿Hablamos de 200.000 euros anuales?
Según las cuentas que la impresentable concejala de Cultura Victoria Wharrier usó en el Pleno del jueves pasado, seguro… Esta concejala de cuota pepera convirtió 7.000 euros que recibe la Unión Musical al año en subvenciones en 60.000 euros en cinco años.
Si aplicamos esas raras cuentas (7.000 x 5 son 35.000 y no 60.000) a la banda sinfónica del lobby y, además, sumamos todas las subvenciones que reciben por las demás asociaciones que agrupan, las cuentas se disparan…
Y es ese lobby el que sopló en la oreja de esta débil alcaldesa…
A la señora Quislant no le gusta la crítica que ejerce El Correo de Pozuelo. ELLA no se lo merece. Es divina. Pero, para su desgracia, en El Correo de Pozuelo nació la idea de “Pozuelo, ciudad de la Música”, que luego cedió a la Asociación POZUELO PRESTIGIO… Y eso era lo máximo para ella. No lo soportaba.
Lógicamente, en su ayuda apareció el lobby al que, de pronto, tampoco le gustó la trasformadora idea de “Pozuelo, Ciudad de la Música” y trató de boicotearla…
Después, La Unión Musical en medio de un concierto reivindicó la mala situación por la que pasaba y pidió ayuda a las autoridades… Pero eso para una dictadorzuela como Quislant era intolerable. Se sentía criticada y la llamó al orden. Era muy mala gente al criticarla y la castigaría.
Abro paréntesis: La Unión Musical le regaló un pasodoble a la señora alcaldesa en su día, pero parece que la señora alcaldesa, pese a ser alicantina, no sabe la importancia que tiene ese regalo en la Comunidad Valenciana. Que te regalen un pasodoble es lo más. Es la inmortalización. Y hay miles de ejemplos que van desde “Pepita Greus” a “Amparito Roca” pasando por “Dunia Piris”, del gran Rafael Talens. Cierro paréntesis”.
El caso es que ELLA se la juró a la Unión Musical. Se las pagaría. Y en ese momento, el lobby apareció cuan Pepito Grillo y le dijo que los de la Unión, además de insolentes, eran lo peor… Y ellos los conocían bien.
Ya estaba. Ya tenía argumentos. Quislant se cargaría a la Unión Musical. Esperaría el momento adecuado por simple que fuera y, de paso, destruiría la idea “Pozuelo, ciudad de la Música”, que era lo que de verdad le importaba… «Marditos roedores»
Y Pozuelo no será la Ciudad de la Música. La soberbia del lobby y de la alcaldesa lo impiden…
Sin duda, es algo que no tiene parangón en la historia de esta villa y de la que el PP debería sentirse avergonzado… Porque, además, volveremos sobre el tema.
(Por cierto, se me ha ido el espacio… Lo de los concejales estólidos, lo dejaré para mañana…)
El Capitán Possuelo