Presunta tonta del día: ¿Alguien sabe a qué va el presidente Sánchez a Sol mientras alimenta la revuelta vecinal contra la presidenta Ayuso y manda a la amoral Lastra que la machaque
Tengo la sensación de que la visita del Presidente Sánchez a la Puerta del Sol es, como tantas veces, una operación de márquetin político. El rebrote de coronavirus en Madrid es sólo una oportunidad de oro para erosionar al gobierno autonómico y pavimentar el derrocamiento de la popular Isabel Díaz Ayuso como presidenta regional.
Está obsesionado con esta mujer que está sosteniendo a un PP caduco y acomplejado y eso no lo perdona…
Tras las drásticas medidas impuestas por el Gobierno de Comunidad de Madrid en ocho municipios y seis distritos de la capital de España -se verán afectadas 850.000 personas de 37 zonas con más de 1.000 contagios por cada 100.000 habitantes-, PSOE y Podemos alientan ya con provocar un estallido social, utilizando el falaz argumento de que Isabel Díaz Ayuso ha condenado a las localidades y barrios obreros.
El pasado 18 de septiembre, en los informativos de las cadenas de televisión afines a Sánchez e Iglesias se escucharon ya, vía reportaje o directamente en la boca de los periodistas, palabras como ‘apartheid para pobres‘ y reiteradamente la tesis de que se ha abandonado a su suerte a los ciudadanos más desfavorecidos.
Es la estrategia de la izquierda política y mediática es la típica Agitprop: Agitar e incendiar las calles de las zonas afectadas sirviéndose del mantra de que la gestión del PP les ha condenado a una suerte de gueto por razones de clase. Lo de Telemadrid ya es un escándalo. Y bien que lo advertimos en su día.
Es increíble que Telemadrid se comporte con tanta vileza como LaSexta, El País y TVE para tratar de deslegitimar las nuevas medidas restrictivas decretadas por la Comunidad de Madrid para frenar el coronavirus.
La idea es en transmitir el mensaje de que las restricciones se aplican exclusivamente a las zonas más empobrecidas de la región.
Repetir hasta la saciedad, desde todos los ángulos, que la popular Isabel Díaz Ayuso sólo toma medidas contra los barrios más pobres.
El objetivo evidente es encender los ánimos en las calles contra las restricciones que plantea la Comunidad y convertir los barrios del sur de la capital de España en un avispero.
En esta operación, el sectarismo de Unidas Podemos es repugnante, pero forma parte del manual clásico de la extrema izquierda: aprovechar las restricciones decretadas por Díaz Ayuso para instrumentalizar la crisis sanitaria y desenterrar la lucha de clases.
Pedro Sánchez había abandonado a su suerte a la Comunidad de Madrid para mover la silla de Isabel Díaz Ayuso, a la que lleva amagando con una moción de censura que sirve de caldo de cultivo para generar un clima de tensión social extremo.
Sánchez prende la mecha e Iglesias incendia las calles a través de la movilización de las asociaciones y colectivos afines. Eso es lo que ha ocurrido y lo que va a ocurrir con carácter inmediato.
Pero ahora, Sánchez se erige en salvador de Madrid, acude a la Puerta del Sol a reunirse con Ayuso, a la que tratará de forzar a que solicite el estado de alarma, mientras Pablo Iglesias atiza las calles y la impresentable Adriana Lastra acusa a Ayuso de todo… Insultos, incluidos.
Todo está perfectamente diseñado:
El socialcomunismo se ha lanzado políticamente al cuello de Díaz Ayuso y no soltará a su presa hasta que no consiga su objetivo de hacerse con el poder en la Comunidad de Madrid.
Y la humille.
A fin de cuentas es mujer y el Gobierno de España (pese a lo que diga) es muy machista.
Manolo Pérez