Reflexiones y desahogos de un pozuelero ante ‘la pedrada’ que Pedro Sánchez le ha pegado a todos con este encarcelamiento domiciliario a causa de su incapacidad para gestionar la crisis

Con cuarenta días de retraso respecto a lo recomendado por la OMS para evitar la peste china el gobierno emitió el Real Decreto 463/2020. No se había hecho antes para complacer a las mujeres que el 8-M pedían poder ser borrachas y libres, a los abascales y a algunos futboleros.
Por ese decreto se cerraban las Cortes, se ordenaba la reclusión de todos los españoles, de cualquier edad, allí donde se encontrasen en ese momento y se limitaban todas las libertades. El presidente Pedro dio así una gran pedrada a nuestro bienestar.
Después de casi cincuenta días de reclusión, en su plática del 28 de abril el apedreador de libertades nos anunció que seguiría pasándose la existencia de las Cortes por los pulmones, que poco a poco nos iría dando alguna libertad y que si éramos buenos y sumisos a finales de junio nos dejaría ir a nuestro pueblo a recoger la fruta. Es decir: que nos va a tener tres meses, una noventena, sujetos a su capricho y ocurrencias. Y decimos ocurrencias porque no tiene ideas claras; por ejemplo: se pueden abrir parcialmente los hoteles, pero cómo no se puede salir de casa más que para ir al arrabal ¿quién va a alojarse en ellos?
Allá en marzo, cuando Pedro comenzó a apedrearnos muchos nos preguntamos: ¿Cómo un gobierno europeo, oficialmente demócratra, y del siglo XXI puede comportarse de una manera tan irreflexiva e incluso insultante para la ciudadanía? ¿Por qué en lugar de encerrarnos a todos no se hicieron unos test generalizados y se ordenó únicamente el aislamiento y tratamiento médico de los apestados y de los posibles contagiados? Se hubieran evitado miles de muertes, como se ha conseguido en países muy parecidos al nuestro tales como Portugal y Grecia. ¿Por qué esos test no se hacen ahora? ¿Tan inexpertos son los presuntos expertos de este gobierno o acaso es que hay que seguir haciendo compras malolientes en China?
Respuesta única para esas preguntas: todo se debe a la erótica del poder, al placer de las autoridades y sus agentes, al mandar por mandar para jo…robar a quien les dé la gana. La autoproclamada -y falsa -superioridad moral e intelectual lleva a la izquierda bolchevique (que es parte de nuestro gobierno) a menospreciar la libertad de todos los ciudadanos porque, según esa izquierda, la gente del común no sabe lo que le conviene y por ello no se le puede dejar obrar con libertad, debe limitarse al aplauso y la sumisión.
Los bolcheviques de nuestro malgobierno piensan lo mismo que su maestro y modelo Lenin quien en 1920 a la pregunta del socialista español Fernando de los Ríos sobre cuando iba a darle la libertad al pueblo ruso respondió: ¿Libertad? ¿Para qué? Alguno de estos bolcheviques españoles de ahora ya ha dicho públicamente que los medios de comunicación y la justicia deben ser controlados por el Estado.
De ahí el menosprecio total a nuestra salud física y mental. Menosprecio de la salud física: salvo el encierro en casa no se ha hecho nada eficaz para evitar al contagio por la peste, lo que ha llevado a que España sea el país del mundo con mayor tasa de mortalidad por el coñonavirus. Menosprecio de la salud mental: intento de “minimizar” las críticas no complacientes mediante la aplicación solapada de la ley mordaza.
Y como coadyuvante de la limitación de los derechos y libertades (de circulación, de reunión, de información, de trabajo, de propiedad: todo es del Estado, geolocalización permanente a través del teléfono móvil, …. ) ha creado un régimen sancionador sin precedentes: multas desproporcionadas por todo y para todos. ¿Les embargarán sus bienes a quienes se nieguen a pagarlas?: el artículo 33.3 de la Constitución dice que ese no se podrá hacer si no es por causa justificada. Pregunta para los juristas: las multas impagadas cuyo importe, arbitrario, lo decide la autoridad civil ¿son una causa justificada?
Pero si no te dejan reír (multa por tomarte un cubata con cuatro amigos en la terraza de la urbanización donde vives) tampoco te dejan llorar. Tu pariente es uno de los cientos de muertos que se van todos los días, pero la insensibilidad del gobierno no permite que nadie les despida. El familiar, y en mayor medida si es anciano, tendrá que morir sin poder asir la mano de quien es cuerpo de su cuerpo y alma de su alma, y no podremos ni ir a darle un beso o poner una flor sobre su ataúd. (Si el número de fallecidos desciende el apedreador va a autorizar hasta quince dolientes en cada entierro).
En resumidas cuentas: tendencia a la eliminación de las libertades públicas e inseguridad jurídica. ¡Qué angustia! Ni en la más dura época del franquismo estábamos mentalmente tan desconcertados. Aquello era una dictadura, pero ¿qué es esto?
Y tan malo como lo anterior es el silencio, la ausencia de crítica, de los mayores partidos de la oposición centro-derechista. ¿Cuándo la derecha española perderá el complejo de la inferioridad moral que sufre si los frente-populistas o los bolcheviques le dicen que es heredera del franquismo? ¿Remedará alguna vez el jefe pepero de ahora aquello de Aznar en el año 2010 y dirá: “Váyase, señor Sánchez”? ¿Por qué el PP tolera que en esa comisión que se va a crear en el Congreso -y que no le dejarán presidir- se pueda hablar de sanidad y economía, pero no de libertades públicas?
Para concluir:
¿Durará mucho la imprecisa situación política, económica y social que nos lleva a la ruina intelectual y económica?
¿Podrán las ONG’s y las entidades solidarias (ninguna es de un partido político) atender a los hambrientos que cada día son más numerosos?
Si, por ejemplo, al niño que no sabe sumar se le aprueba en matemáticas, como sugiere una ministra, ¿cómo enseñarle mañana a multiplicar?
Como el acceso a muchos lugares está limitado ¿qué harán quienes lleguen después de haberse cubierto el cupo autorizado? Por ejemplo: ¿habrá que ir corriendo a misa antes de que la iglesia esté ocupada en la tercera parte de sus posibles asientos, que es la que autoriza la última ocurrencia del gobierno? Pedrogrullada de humor: ¿querrá el gobierno que el cielo sólo vayan los velocistas?
Domingo el de La Puebla