Sería bueno saber cuántos policías municipales hay que Pozuelo que pertenecen a la BESCAM y cuántos policías son de aquellos cercanos a los vecinos y que se interesaban por sus problemas
He recibido muchas llamadas en relación con mi escrito en EL CORREO DE POZUELO el día 24 de abril sobre el desencuentro que tuve con la policía municipal el día anterior.
La mayor parte de ellas han querido hacerme ver que, en Pozuelo y otras localidades madrileñas, hay dos clases de policías de ese tipo: La policía municipal de siempre y la procedente de la BESCAM.
La policía municipal de siempre fue creada y sus miembros elegidos mediante oposición por el ayuntamiento. Además de las leyes, habían estudiado antes de examinarse la geografía e historia, vida y costumbres de la localidad. (Me consta que un libro que escribimos un grupo de profesores sobre Pozuelo les fue muy útil). Es decir: conocían el pueblo y al pueblo. Y lo servían con agrado.
En nuestro caso, muchos eran vecinos de aquí lo que, como decía el alcalde doctor José Martín-Crespo, era -y sigue siendo- muy ventajoso porque con ellos tendríamos -y tenemos- policías durante las 24 horas del día, mientras que los forasteros sólo nos serían útiles cuando estuvieran de servicio.
Las Brigadas Especiales de Seguridad (BESCAM) fueron un invento del gobierno autonómico de doña Esperanza Aguirre el año 2004.
Como el gobierno de la Comunidad de Madrid no tiene competencias para tener una policía propia, la existencia de la BESCAM hubo de justificarse diciendo que era para favorecer la seguridad ciudadana en los municipios pequeños -menos de 25.000 habitantes- o con poca policía local.
De hecho, la Comunidad de Madrid firmó convenios con diversos ayuntamientos -incluso con más de 25.000 habitantes- para integrar en la correspondiente policía local a los elegidos por ella, quien por convenio pagaría su sueldo durante quince años prorrogable por otros quince. (No sé si el convenio se ha prorrogado).
El año 2005 al Ayuntamiento de Pozuelo se le asignó el primer grupo de agentes de la BESCAM. La mayor parte de ellos no sabía nada de nuestra villa.
Las malas lenguas dijeron que el invento de la BESCAM tenía como finalidad colocar, dar empleo, a los hijos de papá que habían sido incapaces de encontrar acomodo en la administración pública. No está demostrado que eso sea verdad.
A pesar de ser considerados como agentes municipales, los procedentes de la BESCAM tenían uniformes, vehículos y funciones diferentes (por ejemplo: no regulaban el tráfico de vehículos).
Y por tener funciones diferentes no se consideraron iguales a los otros agentes. El vecindario los apreciaba menos que a los de toda la vida porque parecían ser unos engreídos.
Dicho esto a modo de explicación, la pregunta de mis amigos y la mía va en ese sentido: ¿Los polis que el día 24 me dieron la tabarra proceden de la BESCAM?
Por saberlo…
Domingo Domené