Día y medio después, la COP25 logra consensuar un débil documento que pide más ambición en los recortes de emisiones pero fracasa en el desarrollo del artículo 6 del Acuerdo de París
La cumbre del clima COP25 que en teoría terminaba el viernes se prolongó hasta este domingo con la intención de alcanzar un compromiso más ambicioso por parte de los países participantes en la lucha contra el calentamiento global.
Tras varios borradores infructuosos la ministra chilena de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, pidió a su homóloga española, Teresa Ribera, que tomara las riendas de la mediación en las últimas horas para tratar de acercar posturas y finalmente se llegó a un consenso de mínimos.
El acuerdo ya aprobado, bajo el nombre de ‘Chile-Madrid Tiempo para la Acción’, recoge la ambición climática, los mecanismos de pérdidas y daños y la financiación.
El texto, según ya avanzó TVE, haría una mención especial para que los países fueran más ambiciosos en los planes de reducción de gases contaminantes y adelantaría al último semestre del 2020 el calendario máximo para presentar los mecanismos escogidos para cumplir sus objetivos.
Por otro lado, se habría alcanzado un acuerdo en relación al mercado de pérdidas y daños por el cambio climático. Esto es, el fondo que compensará a los países más perjudicados por los efectos del calentamiento global.
No obstante, el desarrollo del artículo 6 del Acuerdo de París referido a la regulación de un mercado global de bonos de emisiones de carbono no habría sido posible y el texto se habría limitado a dar unas pinceladas genéricas sobre este asunto de cara a cerrar un pacto en la próxima COP26 que se celebrará el año próximo en Glasgow.
Brasil se ha opuesto a incluir dos artículos sobre el papel de los océanos y tierra, aunque tras un intenso debate y la petición unánime del foro, se ha aprobado al tener este país en consideración a Tuvalu e Indonesia.
La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, ha destacado que el mandato “es claro” y los países han de presentar sus contribuciones más ambiciosas. “Es importante responder a las demandas de la gente y de la Ciencia, y comprometernos a hacer más y más rápido”, ha señalado.
Ha celebrado que el resultado de la cumbre “refleja” lo que se pretendió con el Acuerdo de París. “Está ocurriendo: los diferentes sectores están pasando a la acción. Buena parte de ellos han venido a mostrar por qué quieren asociarse al proceso de descarbonización, formar parte de él y lograr que vaya más rápido”, ha indicado.
“Aún en contextos globales complejos, la COP25 no ha dejado caer la agenda climática en un momento fundamental para la implementación del Acuerdo de París. Al contrario, ha hecho exhibición de un multilateralismo activista”, ha agregado.