El director general de Telemadrid José P. López no sabe cuál es el servicio público que presta la cadena autonómica y habla del eufemismo de la “rentabilidad social”, que tampoco sabe definir

El director general de Radio Televisión Madrid José Pablo López estuvo, a petición propia, ante la Comisión de Radio Televisión Madrid en la Asamblea para decirle a nuestros representantes lo que para él es el Servicio Público de Telemadrid en respuesta a las sugerencias que hizo la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso, curiosamente, periodista de profesión.
Y después de pedir «responsabilidad» a los partidos políticos frente a la «acción partidista» para no «devaluar el patrimonio de la radio y de la televisión pública de los madrileños» y bla, bla, bla… dijo que él estaba allí para defender lo que aporta Telemadrid como servicio de interés (servicio de interés dice, que no público) para la ciudadanía…
Y a partir de ahí, vino lo mollar…
López, sin inmutarse, manifestó que ni la audiencia ni la rentabilidad «aparecen recogidas ni en la Ley de Telemadrid, ni en la Carta Básica, ni en el Contrato Programa, que son los tres instrumentos reguladores de la vida de Radiotelevisión de Madrid». Toma castaña. O sea, que la RTM tiene bula… Puede emitir imágenes, por ejemplo, de la fuente de Cibeles durante dos horas en una mañana cualquiera y nadie le puede decir nada sobre audiencia ni rentabilidad de esa estupidez. Acojonante.
Se siente pero como él puede hacer lo que quiera porque que ni la audiencia ni la rentabilidad «aparecen recogidas ni en la Ley de Telemadrid, ni en la Carta Básica, ni en el Contrato Programa”… Increíble…
Dicho esto y un montón más de bla, bla, bla y de lo importante que es Telemadrid para el mundo-mundial, se metió de lleno en lo que reclamábamos desde El Correo de Pozuelo: ¿Cuál es el Servicio Público de Telemadrid?
Tras apuntar que «conviene aclarar el debate» sobre la definición como servicio público esencial de Radio Televisión Madrid, señaló la necesidad de «evitar que se introduzcan por la vía de los hechos exigencias que no aparecen recogidas ni en la Ley de Telemadrid, ni en la Carta Básica, ni en el Contrato Programa, que son los tres instrumentos reguladores de la vida de Radiotelevisión de Madrid».
Alucinante.
Y, hala, como no había manera de definir el Servicio Público de Telemadrid, López se escapó por un concepto viejo y manido: La rentabilidad social. Una definición “que creía mucho más ajustada a la realidad de una radiotelevisión pública».
Wow. Me pincho y no sangro.
¿Y en qué consiste esa rentabilidad social de Telemadrid, José Pablo?
Nada. No lo explicó.
Seguimos sin saber cuál es el Servicio Público ni la Rentabilidad Social de Telemadrid. Entre otras cosas porque no hay ninguna. Mamoneo, en estado puto.
Y la realidad es que habría que cerrarla.
El hombre terminó reivindicado «flexibilidad y colaboración para que la aplicación de la ley no se convierta en un obstáculo».
Todo Fuego fatuo.
De Onda Madrid, mejor no hablar.
(Aparte de que este señor tendría que haber dimitido ya a causa de los raros asuntos de los contratos de algunos colaboradores que descubrió la Inspección de Trabajo y por los que hubo que abonar más de 387.000 euros, hace unos meses)
Manolo Pérez