Podemos pierde la moción y los papeles: Irene Montero abroncó en los pasillos de la Asamblea de Madrid a una diputada de Podemos por no ‘golpear’ a Cifuentes

Valga de ejemplo una escena que se vivió en los pasillos de la Asamblea durante el receso para comer. La portavoz de Podemos en el Congreso, Irene Montero, recriminaba ostensiblemente a María Espinosa, una de las diputadas de referencia del grupo parlamentario, la falta de mordiente contra Cifuentes. «Tenéis que golpear a Cifuentes», incidía, «el informe de la UCO, el informe de la UCO, el informe de la UCO».
Lo que demuestra lo frío que dejó a los miembros de Podemos el discurso de la candidata de Podemos, Lorena Ruiz-Huerta, cuyo elaborado relato careció de empuje emocional y se perdió en tecnicismos y el tedio.
Sin victoria moral y con escaso impacto en los medios nacionales, la única nota positiva que saca Podemos de la moción de censura de Madrid es el aprendizaje para no repetir los mismos errores en el Congreso. Fuentes de Podemos lamentaban que el PP se hubiera salido con la suya de «convertir la sesión en un circo» para exhibir que «todo era una mentira, que todo era un circo».
La sensación entre los dirigentes nacionales de Podemos presentes en el Pleno es que el próximo martes el PP se va a repetir la «consigna» de «embarrar» el debate para contrarrestar a Iglesias y rebajar la importancia de la moción. «Si el vicepresidente de Madrid ha utilizado un tono tabernero no sé por qué no lo va a hacer un ministro», señalaba uno. «El marco es el mismo, es una consigna global» y pasa -lamentaba este dirigente- por «equiparar la corrupción con saltarse un semáforo».