El 1º de Octubre en España no fue una buena fecha para la democracia: Al Golpe de los totalitarios independentistas en Cataluña en 2017 se une el de Francisco Franco en 1936
Ayer, 1 de octubre, fue el aniversario de varios acontecimientos en la historia de España que no deberíamos olvidar.
Aún no ha pasado suficientemente tiempo para evaluar lo ocurrido hace dos años por la unión de autoritarios nacionalistas y totalitarios socialistas en Cataluña… Tiempo habrá de analizarlo. Pero si ha pasado suficientemente tiempo para no permitir que se olvide el golpe de estado que se produjo el 1 de octubre de 1936 y que protagonizó el general Francisco Franco.
El 18 de julio de 1936 se produjo un levantamiento militar que tenía como cabeza jerárquica al General D. Miguel Cabanellas, un demócrata, liberal y republicano, que veía horrorizado como el PCE, siervo y seguidor del comunismo de la URSS, seguía las ordenes y dictados de Stalin hacia una dictadura soviética.
El levantamiento militar de Cabanellas tenía por objetivo salvar la república y evitar el caos que iba provocando el PCE y sus ingenuos aliados para provocar una huelga general violenta, el armamento lo estaba distribuyendo ya el PCE entre sus militantes, para mediados de agosto de 1936.
Pero el caso fue que el general Franco Bahamonde, con la aprobación del general Mola, el apoyo absoluto del general Davila, la motivación de mando único del general Kindelan y el absoluto rechazo del General Cabanellas (hasta ese momento responsable de la Junta de Defensa Nacional de Salamanca y por lo tanto responsable de la organización de la política en la zona controlada por los militares) dirigió hacia su propio beneficio…
Y el beneficio del general Franco fue que dio un Golpe de Estado en la Junta de Defensa Nacional para ser nombrado Jefe del Gobierno del Estado Español, golpe de estado que duplicó cuando en un ejercicio de prevaricación se convirtió, autodesignó, con el apoyo de otros generales en Jefe del Estado Español.
Un pronunciamiento militar en línea con los realizados por los militares liberales españoles frente a la monarquía absolutista en el siglo XIX, que intentaba encauzar una república desnortada por comunistas y anarquistas, acabó siendo la herramienta de una dictadura militar que, como el General Cabanellas predijo, con Franco a la cabeza no habrá forma de que nadie le sustituya después de la guerra.
El 1º de octubre, por tanto, no es un gran día para la democracia en España.
Juan Pozuelo