Tras la esperpéntica “Investidura” del Presidente del Gobierno de España que estamos siendo testigos, es más necesario que nunca llegar a acuerdos en Madrid para frenar tanto despropósito

Por desgracia, la política sigue dando titulares en un final de mes de julio, en el que los españoles, hartos ya de tanto bloqueo, apagan sus televisiones ante noticias políticas. Pasan las páginas en los periódicos, nada más leer los titulares “ad hoc”. O deslizan, rápidamente, su dedo en las Redes Sociales para obviar cualquier comentario político.
La política del bloqueo, del postureo, de la “foto”, de la “escenografía”, en mi humilde opinión, está llegando a tocar fondo. Y, como siempre, seremos los españoles quienes decidamos hasta cuándo.
Y puede que, tras la esperpéntica “Investidura” del Presidente del Gobierno de España que estamos siendo testigos, nos lleve a un proceso electoral si la izquierda radical no consigue repartirse sillones “al gusto de ellos”.
Sí, al gusto de ellos. No según las necesidades de todos. No, amigos, al gusto de unos pocos que quieren un trozo de un pastel. Ellos consideran lo público eso: Un pastel a repartirse entre los correlegionarios de sus casposas ideas.
Y entre tanto, en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y el PP de la Asamblea seguimos trabajando para que antes del 1 de agosto haya gobierno en la Región, como habrá en Murcia. Con una gran diferencia respecto al Congreso de los diputados: Programa y políticas es lo que debatimos desde el centro derecha. Frente al reparto de sillones que es lo que promulga la izquierda en Las Cortes Generales.
Es necesario y urgente ese acuerdo y ese gobierno de centro derecha en Madrid, porque, si PSOE y la izquierda radical, BILDU y los independentistas (nacionalistas o separatistas), consiguen cada uno lo que ansían, habrá un gobierno sectario, radical y apoyado por defensores de asesinos, que tendrá que ser frenado por las Comunidades Autónomas.
Esas que alguno pretende suprimir y que hoy son el mayor dique de contención que tendremos los madrileños frente a ese “posible” gobierno radical.
Hoy, las Comunidades Autónomas, como la de Madrid, podrán defender con tolerancia, moderación y equilibrio. Una región, como la nuestra, donde la Libertad de todos nosotros sea protegida. Nuestra libertad y nuestro progreso y futuro.
Pero nada está claro en ese círculo vicioso que puede llegar a pactar para que Pedro Sánchez, se alce con la mayoría suficiente y así volver a ser investido Presidente del Gobierno.
Yo no tengo ninguna duda que dará todo lo que pidan los radicales de izquierdas, nacionalistas/separatistas o defensores de asesinos. Ya lo hizo en la vergonzosa moción de censura. ¿Por qué no repetir la misma actuación?
Al margen queda, su paso a la historia por ser el primer Presidente de Gobierno que ni en aquella vergonzosa moción de censura ni en su debate de investidura ha explicado a los españoles ni su programa de gobierno ni la conformación de su propio gobierno.
Opacidad. Oscurantismo. Pactos llenos de sectarismo y secretos. Dinero público a repartir sin declararlos. Nos esperan unos meses de traición a todos los españoles. Porque, en breve, si hay gobierno dejarán de vivir de las rentas que el PP dejó en el Gobierno. Tendrán la obligación de aprobar unos Presupuestos y ¿qué queréis que os diga?
Pero lo que deseo es que, al menos, en Madrid consigamos de forma urgente el Gobierno que se necesita. Liderado por quien está demostrando equilibrio, moderación y responsabilidad: Isabel Díaz Ayuso.
Y echando la vista a lo sucedido en el hemiciclo del Congreso (lunes y martes), tengo que reflexionar sobre lo que vi, escuché y sentí sobre el probable Presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez.
- No dijo ni una verdad.
- No tuvo, ni tiene, ningún respeto por la verdad y no actuó ni correcta ni adecuadamente.
- Entre sus valores destaca la ausencia de respeto a la propia dignidad de los españoles. Víctimas. Catalanes.
Por lo tanto, amigos, Pedro Sánchez es un cúmulo de cualidades dignas para no ser investido presidente. Cualidades que le representan como un indecente político con una, más que cuestionable, moralidad.
Le falta honestidad, honradez y decencia.
Pero no os desaniméis. Podemos (Unidas), los nacionalistas (separatistas) y los de BILDU (representantes “legales” de asesinos) bautizarán a este indecente futurible Presidente del Gobierno.
Y Pablo Casado y el Partido Popular dirán NO a esta degeneración de la política. Y yo, lo aplaudo.
Muchas gracias.
Yolanda Estrada