HIPODAMO DE MILETO, recuperado de su mala experiencia en Chantilly, cumple con el pronóstico en el Gran Premio de Madrid e invierte el orden de llegada del año pasado (Video)

Máxima expectación, tribunas llenas que no abarrotadas, calor todo el que quieran, y unos esfuerzos y deseos por vestir este Gran Premio del Centenario del «tirón social» que tenían las ediciones de la época dorada, en la que también hacía mucho, mucho calor. Pero ¿qué quieren el día 29 de junio?
Pues yo quiero que me digan el nombre del Gran Premio que se celebre dentro de 17 años. Si éste ha sido el del Centenario, el de 2036, que será la edición 100, se llamará…
HIPODAMO DE MILETO, favorito del «dinero» con un 3.2 a 1, propiedad de la Cuadra Nanina, magníficamente presentado por J. Calderón y con monta del francés C. Cadel sin brillanteces pero con seguridad, se impuso en la 83 edición del Gran Premio de Madrid, dotada con una bolsa de 85.000 euros de los que 50.000 son para el ganador.
El hijo de «Falco» ha invertido en el recorrido de 2.500 metros un tiempo muy discreto, 158.10 segundos, tres segundos más que el récord de «Madrileño» en 2016.
Quizás esta haya sido la causa de que no me haya parecido demasiado brillante esta carrera. Cuando toma la punta GENETICS -17.9/1- y detrás se acomoda ATTY PERSSE -9/1- seguido TUVALU -6.8/1- , ALMOROX -5.8/1-, HIPODAMO DE MILETO, PARSIFAL -36.9/1- y un largo pelotón en el que marchaban escondidos ZASCANDIL -4.4/1- y PUTUMAYO -9.4/1-, cerrando ARMORIAL -55.8/1-.
Las posiciones varían muy poco hasta la curva final en la que se notan avances de los favoritos más retrasados.
Con el inicio de la recta final, un pensamiento se abre ocupa mi mente. «Con este medio paso que ha habido como ALMOROX sea el de hace un par de años…a ver qué pasa». Lo intenta…pero no es el caballo que maravilló en los dos kilómetros del GP Aniversario.
Otro que fue y hoy ni se le parece es TUVALU que desaparece de la línea de combate al igual que ATTY PERSSE, hoy sin cuchillo en la boca ni fuego en los ojos. Se esperaba que dinamitara el recorrido y no se oyó ni un petardo. De KARLSBURG -34.7- otro despropósito, aunque éste más esperado.
Visto lo visto, Cadel que debe acordarse del que perdió el año pasado y busca a su enemigo, ZASCANDIL, y lo divisa unos cuerpos retrasado, y se dice «vámonos que el de este año lo tenemos regalado».
Por allí ya no queda más que el conductor GENETICS y no es enemigo. Así que se va hacia el poste final, momento en que Fayos logra arrancar a ZASCANDIL que cierra brillantemente, pero el «the end» ya ilumina la pantalla, y los PUTUMAYO, GENETICS y ALMOROX continúan luchando cabeza con cabeza por las dos colocaciones restantes, resueltas por este orden.
Gemela de libro, como la del pasado año, aunque, en éste, HIPODAMO DE MILETO ha resultado vencedor.
Y lo que une a estos dos caballos son sus preparadores. Tanto el de ZASCANDIL, Christian Delcheer, como José Calderon, el de HIPODAMO de MILETO han llevado a cabo unas labores de recuperación de sus pupilos realmente muy meritorios.
El primero, con una actuación en 12 meses ha logrado que el hijo de «Motivator» defendiera su título con auténtica dignidad y garantías, y el segundo, tras el «fiasco de la tentativa de Chantilly», poco a poco ha ido elevando la moral del alazán hasta conseguir lo que no pudo el pasado año. Trabajos y resultados…paralelos.
Y cierro con unas palabras sobre otro preparador: Sandro Tsereteli. No tiene en sus cuadras los mimbres de otros traineurs, pero todo llegará. Las apariciones de sus pupilos en el padock cada día más comentadas, músculo y brillo son sus cartas de presentación. Y luego en carreras, ninguno de ellos defrauda.
Con productos «mileuristas» logra victorias y colocaciones para que la economía de sus propietarios no resulte excesivamente gravosa. Hoy, con «Atlántico», tras muchas idas y venidas ha logrado sacarlo también de maiden, y «Novela» tras un excelente remate quedaba segunda en otra carrera. Como «London Calling», «Tremendista», «Peñalara», «Stellar Comet», «Lajeen», «Karacas»…..a todos va encontrando su carrera.
Para tus propietarios, Sandro, ya eres el más grande.
El Gentlemen