La plataforma Audita Sanidad ha registrado también ante el Tribunal de Cuentas estatal su denuncia por el exceso de contratos menores en la Consejería de Sanidad madrileña, que ya habían registrado en la Fiscalía Anticorrupción y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

En un comunicado, la plataforma asegura que 99,7% de la contratación de la Consejería se hizo «a dedo», mediante el fraccionamiento de contratos habiendo «firmado 485.119 contratos menores» en 2016.

La plataforma responde así al presidente regional en funciones Pedro Rollán, que justificó el exceso de contratos menores «para garantizar» la asistencia a los pacientes, ya que estos «no están sujetos a los largos y tediosos procedimientos de contratación».

Según Audita Sanidad, los hospitales madrileños «no son capaces de planificar sus compras, año tras año, de ‘reactivos y análogos». Si en el Ramón y Cajal hacen falta reactivos cada tres días, «¿no se puede planificar su compra y sacarla a concurso? ¿O comprarlos vía Central de Compras?», pregunta.

También en el Hospital Fundación Alcorcón, con una media mensual de siete contratos de compra de «reactivos específicos de aparatos» en 2016, habría indicios de «fraccionamiento de contrato» para no superar los 18.000 euros, a partir de lo cual la legislación obliga a convocar concurso público, según la plataforma.

Con esta práctica, los madrileños ven «cómo la deuda de la Comunidad se ha multiplicado por ocho desde el año 2000, pasando de 4.218 millones de euros a 33.270 millones en 2018. Mientras, el pago de esta deuda en 2019 va a suponer el 14,8% del presupuesto de la Consejería de Sanidad», asevera el comunicado.

Además, la Consejería de Sanidad es «la única de la Comunidad de Madrid que tiene los servicios de informática privatizados. Suponemos que se habrá desarrollado un sistema informático de compras de suministros y servicios lo suficientemente eficiente que permita la planificación de las compras sin que afecte a la calidad asistencial», añade.

La plataforma remite a un informe de la Cámara de Cuentas regional sobre contratación sanitaria en 2017: “La contratación menor de los hospitales del Servicio Madrileño de Salud se realiza de forma generalizada, llegando a convertir en práctica habitual lo que es una excepción en la contratación pública».

Los suministros de material médico a «un único proveedor son muy superiores al límite establecido en el artículo 138 del Texto Refundido de la Ley de Contratos del Sector Público», añade el comunicado.

La plataforma también indica que, según la CNMC, “en ausencia de presión concurrencial se pueden originar desviaciones medias, al alza, del 25% del presupuesto de la contratación pública».

De ahí la necesidad de «seguir potenciando las compras centralizadas, los contratos marco y los sistemas de adjudicación basados en la selección de las ofertas más ventajosas por medio de la concurrencia de licitadores», como ya recomendó la Cámara de Cuentas, concluye el comunicado.

Audita Sanidad ha optado por registrar la demanda ante el Tribunal de Cuentas del Estado «porque, si se admitiera a trámite, este tribunal tiene capacidad sancionadora, mientras que la Cámara de Cuentas de Madrid no la tiene». EFE