Muere la legendaria actriz Doris Day, la nuera ideal de Hollywood, a los 97 años (vídeo de “Qué será, será”)
Doris Day, la actriz, que hubieran aceptado gustosas todas las madres como nuera, ha fallecido en su casa de Carmel Valley, en California, a los 97 años a consecuencia de una neumonía.
Su imagen candorosa brilló en algunos de los grandes éxitos del cine de Hollywood en los años cincuenta, como «Confidencias a medianoche», «Pijama para dos» o «El hombre que sabía demasiado». Esa imagen, sin embargo, no se correspondía exactamente con la realidad. Se casó cuatro veces -con tres divorcios-, sufrió una crisis nerviosa y padeció problemas económicos después de que uno de sus maridos despilfarrara su dinero.
Doris Mary Ann Von Kappelhoff nació el 3 de abril de 1922 en Cincinnati, Ohio. Comenzó su carrera profesional como cantante a los 15 años, un año después de haber viajado a California con la intención de convertirse en bailarina; un accidente de tráfico, en el que se rompió una pierna, frustró sus deseos, y volvió sus pasos hacia la música.
Consiguió trabajo como cantante en la banda de Les Brown, un conocido director de orquesta. Allí se cambió el nombre, por sugerencia de uno de los músicos, que escuchó a la joven cantar «Day by Day». Allí también tuvo su primer éxito, «Sentimental Journey». Fue en 1945, y se convirtió en un himno para los soldados que volvían a casa tras la II Guerra Mundial.
Para entonces, Doris Day ya se había divorciado de su primer marido, Al Jorden, y se había casado por segunda vez, con George Weidler. Tampoco este matrimonio duró demasiado, y la actriz volvió a su casa de Cincinatti. Pero su agente le convenció para que acudiera a una fiesta a casa del compositor Jule Styne. Allí cantó «Embraceable You»; la escuchó el músico Sammy Cahn, que la recomendó para un papel en una película en la que estaba trabajando: «Romanza en alta mar». Allí empezó la carrera cinematográfica de Doris Day.
El director de este primer filme era Michael Curtiz, que se enamoró de aquella joven actriz rubia; con él protagonizó varios filmes, entre ellos «Mi sueño eres tú» (1949), «El trompetista» (1959) o «I’ll See You in My Dreams» (1951).
Otro director fundamental en aquellos primeros años de la carrera de Doris Day fue David Butler; a sus órdenes rodó «El amor no puede esperar» (1949), «Té para dos» (1950), «Nana de Broadway» (1951), «April in Paris» (1952), «Operación matrimonio» (1953) y «Doris Day en el Oeste» («Calamity Jane») (1953).
En 1956, Alfred Hithcock la contrató para interpretar a una cantante retirada, esposa de un físico interpretado por James Stewart, en «El hombre que sabía demasiado». De la intervención de Doris Day en aquella película -el crítico del New York Times dijo que su actuación era «sorprendentemente efectiva»- queda su interpretación de la canción «Qué será, será», de Jay Livingston y Ray Evans, que ganó el Óscar a la mejor canción.
Aunque, curiosamente, la actriz no era muy partidaria de esta canción -pensaba que duraba demasiado-, la interpretaría en otras dos películas posteriormente: «No os comáis las margaritas» (1960) y «Una sirena sospechosa» (1966). Era, igualmente, la sintonía para el programa de televisión «The Doris Day Show», que la actriz protagonizó entre 1968 y 1973, y del que grabó ciento veintiocho episodios.
En el año 1968, precisamente, se divorció de Martin Melcher, su tercer marido; fue también su agente y el que arruinó a la actriz, que volvería a reincidir en el matrimonio al casarse en 1976 con Barry Comden, del que se divorciaría cinco años más tarde. En 1968 también protagonizó su última película, «El novio de mamá», de Howard Morris. Pudo ser la señora Robinson en «El graduado», pero rechazó el papel por pensar que mostraba una relación sexual explotadora.
Desde entonces, Doris Day centró sus esfuerzos a la fundación en defensa de los animales que creó en Carmel; recibió un Globo de Oro y un Grammy por toda su carrera, aunque su miedo a volar no le permitió recibir este ni otros galardones, como la Medalla Presidencial de la Libertad.