Escándalo tras escándalo en el PP de Pozuelo: Los afiliados se sublevan contra la manipulación de dos políticos fracasados que han acabado con el partido en la villa a base de acuerdos y desacuerdos espurios e intrigantes. Pasen y vean

La doble información que ayer publicó El Correo de Pozuelo sobre la poca seriedad del Director General de Recursos Humanos Óscar García Argumosa de pedir compatibilidad para la revisión de reses en eventos taurinos (gana por encima de los 60.000 euros anuales) y la desvergüenza de Enrique Ruiz Escudero y Susana Pérez Quislant de convocar un Comité Ejecutivo de la Agrupación pepera para hacer una pantomima, ha encendido a los afiliados de a pie y votantes peperos.
Tan es así que la redacción del periódico se han llenado de mensajes de algunos de estos afiliados y de simpatizantes en general…
“Al Ayuntamiento de Pozuelo solo faltaba un director general torero para ya ser un descojone. Y lo mismo se lo conceden. Y el PP pasando… Les votará su familia”
“Qué falta de seriedad…”
“Darán Enrique y Susana hoy explicaciones en ese Comité ejecutivo chapuza?”
“Hola, Sira: Sabes si hay algún torero más en el Ayuntamiento? Con suerte, recuperamos los todos. Qué poca vergüenza. Espero que revise también los toros de la consolación y le abra expediente a alguno de ellos…”
“Hola Sira: Me podías decir si hay algún director general aficionado a las motos?”
“¿Pero la lista electoral del PP está hecha o no? Es que me gustaría saber si está un primo mío que me ha ofrecido un carguito de asesor?”
“Susana creo que con el voto de Migue vas que te matas. Antes que votarte, me quedo en casa”
“Estoy como loco por saber si es verdad que eligen a Almudena Ruiz Escudero”
La lista de mensajes es larga pero no voy a poner más porque hay muchos irreproducibles.
En general, todos están en la línea de sentirse engañados…
Ha habido muchos del Director General de RRHH aunque los más “insultones” son los dedicados a esos dos genios de la política que tenemos en Pozuelo: Enrique Ruiz Escudero y Susana Pérez Quislant.
Juan Manuel Sánchez